sábado, 5 de diciembre de 2015

OTRAS ANÉCDOTAS DE MIS ACTUACIONES EN CINE Y TV.

  Antes de la grabación de mi primer comercial: "El Baúl de la
Felicidad" en diciembre de 1993, realmente no me sentía bien,
porque tenía mucho temor de aparecer en la pantalla televisiva

  Fui a consultarle al esposo de mi prima Cecilia Barraza, un
actor boliviano, que vivía en Lima y él me dio algunas instrucciones
valiosas. Luego me encontré con un amigo de mi promoción en
el Colegio Salesiano, quien me dio ánimos. Él solía aparecer en
comerciales y también en programas "en vivo y en directo".

  El día de la grabación, me enteré que yo era uno de los tantos
extras (como veinte) que íbamos a grabar como público del
protagonista, el cual era Humberto Martínez Morosini, un popular
locutor de radio y televisión, recientemente fallecido.

  Fuimos a la Casa Marsano, un lugar emblemático del distrito
de Miraflores, que era una casa muy elegante, con una araña de
luces muy grande y bella.

  A la hora de grabar, nos enteramos que se estaba promoviendo
a uno de los extras, a quien querían darle protagonismo, lo malo
es que era muy bajito.  A mí me pusieron al fondo debido a mi
talla ( 1.80 m.) junto a un joven que era según me contó, judío.

  Al querer darle un lugar preferente, lo pusieron en la última
fila al extra bajito, junto a nosotros, pero le tuvieron que
proporcionar un banquito para que estuviera a nuestra altura.

  Yo traté por todos los medios de pasar inadvertido, hasta
que el director del comercial dijo: -¡Exageren vuestros movimientos!
  Entonces hice gran movimiento de brazos y así quedó.

  Posteriormente, en la grabación de una miniserie: "Bajo el mismo
cielo", tenía que "matar" a un delincuente que me había asaltado,
cuando interpreté al dueño de una Farmacia.



  Salí a la calle con una pistola y ubiqué al maleante que huía y
le disparé.  Lo curioso es que la pistola trucada, estaba conectada
a una fuente de electricidad y a la hora de disparar, me pasó la
corriente. Protesté y exigí que me pusieran una madera en el piso
para no hacer tierra a la hora de disparar, porque se repiten varias
veces las acciones y así fue. Me pusieron la madera y ya no sentí
la corriente. ¿Y todo para qué? Si al final, esa secuencia quedó
disimulada con una especie de sombra en donde no se notó la
acción.

   En otra grabación de una miniserie: "El rescate del Siglo" en
donde iba a aparecer como uno de los rehenes de la Embajada
del Japón que fue capturada por los terroristas, me llamaron a
casa pidiéndome mi número de DNI (documento de identidad
peruano). Yo pregunté por qué me pedían ese dato. Ellos, los del
Canal de Televisión me informaron que era para "Alerta Médica"
una empresa de ambulancias. Yo les dije: -Entonces es peligrosa
la grabación. Ellos me aseguraron que no, que sólo era una precaución.

  Lo cierto es que a la hora de tirarnos al suelo a la hora que
entraban los "terroristas", hubo dos accidentados, un actor en aquel
tiempo, conocido y un "viejito", un señor que solía aparecer como
extra en varias grabaciones.  Después me enteré que a raíz de ese
accidente, su hija (quien murió posteriormente) reclamaba que con
motivo de esa caída, su padre murió de una embolia.

   Ciertamente que las grabaciones a veces son complicadas y hasta
peligrosas... Yo suprimí un viaje a la sierra del Perú, porque no me
aseguraban un viaje aéreo y tenía temor de ir por esas carreteras
donde casi a diario hay accidentes en caídas de abismos. Y preferí
perder el ingreso y no filmar esa película; además de no saber si un
viaje a las alturas me podía hacer daño físico.  Después me enteré
que no me afectaba, cuando viajé a México D.F, y estuve ahí y en
Taxco a más de 3,000 m. sobre el nivel del mar.

    Cuando he grabado comerciales, primero como extra, en que
hice más de 25 comerciales y luego como protagonista, con más
de 15, siempre traté de hacer amigos.  Era fácil cuando hacía de
extra. Rápido nos juntábamos los extras e intercambiábamos teléfonos.

    Tenía muchas personas en mi agenda. Cuando los canales de Tv.
se enteraban que yo tenía teléfonos de varios extras (hombres y mujeres),
me llamaban para pedirme datos. Yo se los daba con la satisfacción
de saber que les darían trabajo sin que yo cobrase nada y así lo
han hecho también conmigo muchas veces, como hace poco que una
amiga, me pidió mis datos y luego me llamaron para una sesión de
fotos.

   El último comercial que hice fue el de turrones "San José" que fue
pasado poco, solo en las mañanas y en el que aparezco como el
abuelo en una secuencia en donde aparecen también el padre y
el nieto, para significar la persistencia en el tiempo de ese dulce limeño.




  Y mis últimas apariciones en la televisión han sido en la popular
telenovela: "Al fondo hay sitio" como miembro del directorio de la
Constructora "De las Casas".



  Pronto apareceré en el Cine, en la película: "Atahualpa, la caída del
Imperio Inca" que alcancé a visualizar en días pasados en una versión
especial, previa al estreno. Aparezco como un sacerdote Inca y hablo
en quechua. No hablo el quechua, el idioma de los Incas, pero me
daban los textos en ese idioma y en castellano, para darle la intención que
se requería. Estoy muy contento con mi actuación, aunque espero el
estreno para escuchar las críticas. Esta película es una recreación de
los hechos históricos ocurridos en la conquista del Perú. Se ciñe a
la historia; es una excelente versión. Está filmada en Tercera Dimensión.



   "Atahualpa, la caída del Imperio Inca, es una película espectacular,
con escenas de  la guerra entre los Incas; la masacre que los españoles
cometieron con ellos y donde se muestran paisajes andinos maravillosos
que según me han contado quienes la han visto en Tercera Dimensión, le
dan esa espectacularidad que hace de esta película, una excepcional
versión de la historia de nuestro país y que seguramente tendrá muy
buena aceptación cuando sea vista a nivel mundial.

   San Borja, 5 de diciembre del 2015.

   EMILIO ULISES ROBLES HORA.