viernes, 12 de octubre de 2012

PUNO, CAPITAL FOLKLÓRICA DE AMÉRICA.

   Según una leyenda de la fundación del Imperio Incaico, Manco Cápac y Mama Ocllo la pareja iniciadora, apareció en el Lago Titicaca envueltos en una nube, que más parecía una nave desconocida y ellos llegaron a ese lugar, ubicado en el departamento de Puno, al sur del Perú.

    Aparte de enseñar a los primeros habitantes del altiplano los conocimientos acerca de la guerra, la construcción, la caza (Manco Cápac), la pareja de este primer Inca, Mama Ocllo, les enseñó el arte de los tejidos, la cerámica y la alimentación.

   Sin embargo, no contentos con haber preparado a aquellos habitantes con los primeros conocimientos, les dijeron que deberían buscar un sitio especial para la fundación de un Imperio y les comunicaron que ellos traían una barreta de oro, que donde se hundiese más fácilmente aquella barreta, era el lugar más propicio para los cultivos y el desenvolvimiento de su Cultura y así fue que llegaron a un lugar cercano al cerro Huanacaure, donde se hundió la barreta de oro y así fundaron la Capital del Imperio  de los Incas en el Cusco, que quiere decir en quechua: Ombligo del Mundo. 

   Bueno, eso es lo que recuerdo que mis padres me enseñaron en mis primeros años.

   Si las artes, ciencias y cultura llegaron al Perú, desde Puno, es increíble que los peruanos nos dediquemos a ir tan sólo al Cusco y ver una de las maravillas del Mundo como Machu Picchu, sin
llegar a ir a la cuna de esa Civilización, la cuna del Imperio Incaico, que es Puno.

   Puno, además es la capital del Folklore de América. Y si bien, no conozco esa ciudad tan importante del país, sino por las postales o las grabaciones que hacen los canales de televisiòn extranjeros; en cambio, he tenido la satisfacción, el día de ayer, atendiendo a la gentil invitación de Don Mario de Chiclayo, de ver el espectáculo, también maravilloso, que noche a noche nos regala la Asociación Cultural: "Brisas del Titicaca", un lugar de Puno en Lima.

  Yo había tenido la ocasión de ver en mi casa (la antigua pensión) en donde se fundó un negocio llamado: "La Choza Náutica" en San Miguel, parte del espectáculo puneño, con el célebre baile de La Pandilla. Bellísimo y vistoso baile que pude espectar sin apartarme de casa y que esta vez, pude apreciar en todo su esplendor, debido al vestuario deslumbrante y a los bailarines y bailarinas que con una sonrisa nos deleitaban toda la noche.

   Si están en el Perú, no se pierdan este espectáculo. No sólo hay "Pandillas" sino, otros bailes típicos y además una excelente comida.

   Hubo muchos asistentes extranjeros. Ayer estuvieron personas de Estados Unidos, China, Colombia, Ecuador y otros países, además de asistentes peruanos de todo el país.
  Los días jueves son días turísticos y la función empieza a las 10 de la noche y finaliza a las dos de la mañana.

   Comimos de entrada: un tamal y de plato de fondo una trucha frita con ensalada, papas y el mote puneño, platos deliciosos y muy bien preparados.

   Además de los diversos bailes típicos, también se presentó una orquesta muy bien afiatada, que tocó cumbias y otros ritmos modernos, dando ocasión para que los visitantes puedan expresar su alegría a través del baile.

   Si bien parece una propaganda acerca de esta Institución Puneña en Lima, que cumple 50 años de deleitar a sus visitantes o clientes, es algo que yo quería compartir con quienes todavía no han visitado ni visto este espectáculo, digno de verse.

  Dentro de poco, pondré algunas de las vistas que he tomado para que puedan apreciar en un gráfico, lo que estoy diciéndoles.

   Muchas gracias Don Mario por su invitación y gracias también al grupo "Stanford", que auspició esta visita, gracias también a sus cuadernos que utilizo para escribir mis poemas.

    San Borja, 12 de octubre del 2012.

EMILIO ULISES ROBLES HORA.
          

  

  

domingo, 7 de octubre de 2012

LA ANTIPROPAGANDA, TAMBIÉN ES PROPAGANDA.

Los mejores propagandistas de Hitler son los judíos.

 Voy al cine desde los 7 años. Mis padres me daban mi propina
 para  que fuera a ver películas, solo, al Cine que quedaba
 al frente de mi casa,  el Cine Trujillo en esa ciudad norteña del país.

    Desde esa fecha he visto infinidad de películas sobre la segunda guerra mundial; en todas ellas se presentan a  los alemanes como criminales de guerra natos y además tontos.  Recuerdo una película en la que un solo combatiente americano atraviesa las líneas enemigas fácilmente, bombardea todo el cuartel enemigo alemán y al final se roba un tanque...

    Claro que los americanos son especialistas en este tipo de películas en las que "Rambo" y otros personajes, son ellos solos, más que todo un ejército. Aunque en las películas de nazis, siempre se trató de ridiculizar, no sólo a este grupo, que al fin y al cabo fue un partido y no una nación, sino, entre líneas al pueblo alemán.

    Lo mismo ocurría con los japoneses: eran presentados
 como si fueran  ignorantes, testarudos y un poco desquiciados.

    Al cabo de ver tantas películas monotemáticas,
 cualquier cinéfilo  se termina por aburrir o por pedir lo contrario:
 alguna película en la  que ganen los alemanes o los japoneses.

   Con el tiempo el cine americano trató de hacer versiones menos apasionadas y se dejó de presentar a los superhéroes, para resaltar el valor del enemigo.

   Aunque uno se preguntaba: ¿Quiénes son los capitalistas que estaban detrás de estas grandes producciones? Y al final se llegaba a una sola conclusión: los capitalistas judíos.

    Luego en la televisión igualmente saturan los canales de cable con su propaganda anti-nazi, no dándose cuenta que la anti-propaganda o la propaganda en contra, también es una propaganda a favor.

   Tanto es así que un cómico peruano: "Melcochita" cuando quiere decir que vayan a un sitio, dice:

   -¡No vayan!

 Porque a la gente le gusta dar la contra o porque tal vez la gente no cree en la propaganda a favor.

  Por lo tanto, los mejores propagandistas de los nazis y de Hitler, son los judíos.

  Y además siempre me pregunté: ¿Por qué los judíos nos hacen sentir su guerra como la nuestra?

¿ Acaso no ha habido guerras de exterminio de pueblos y masacres sin fin en la historia de la humanidad?

 ¿No ha habido en la historia, pueblos enteros
 sacrificados, esclavizados,  martirizados y nadie ha hecho
 sufrir sus propias guerras a otros pueblos?

   Yo no creo ni en el nazismo, ni en el sionismo. Creo que la humanidad debe dejarse de odios y de venganzas y tratar siempre de ser más solidarios y más generosos en vez de egoístas y rencorosos.

   Algún primo mío me dijo:

- Lo que pasa es que tú todavía eres cristiano.

   Y  así ha sido y lo seguiré siendo, gracias a mi educación salesiana.

   La Molina, 7 de octubre del 2012.

EMILIO ULISES ROBLES HORA.

viernes, 5 de octubre de 2012

LOS DUENDES, ¿EXISTEN?

   Una prima que vive actualmente en España, me contó que en el Colegio de Mujeres en el cual enseñaba, hicieron una actuación religiosa a la cual asistió el Cardenal de aquella época: Juan Landázuri Ricketts, Arzobispo Primado de la Iglesia Católica del Perú, hombre muy alto, al cual el humorista Sofocleto bautizó como "Grandázuri" y cuando vio al prelado, vestido con su típico atuendo: sotana negra con púrpura, sombrero negro con cinta del mismo color y unos zapatos talla 45 con unas hebillas tan grandes que parecían de pirata, no pudo más y le dio un ataque de risa.

   Tuvo que abandonar momentáneamente la concentración para no desentonar.

   Lo que motivó su risa destemplada, eran los zapatos anticuados y extra-large con hebilla gigante, que llevaba el Cardenal a los cuales ella bautizó como zapatos de duende.

   Entonces me pregunté qué había acerca de los duendes, ¿existían? o eran producto de la imaginación colectiva.

   Acabo de ver por Internet algunos duendes grabados por personas comunes: unos niños que jugaban al fútbol y grababan su actuación,  a los cuales se les presentó de improviso un enano vestido de forma extravagante, con un cucurucho, quien con una rapidez inusitada desapareció del lugar, no sin antes causarles un terror momentáneo.

  Hay otras grabaciones en donde se les ve de igual manera. Pero: ¿Por qué visten cómo en los cuentos? ¿De donde sacan el uniforme? ¿De dónde vienen y adónde van? ¿Porque desaparecen a gran velocidad? Preguntas un poco difíciles de contestar, con mayor razón si yo soy alguien que no cree en fantasías o ilusiones colectivas.

   Yo nunca he visto a un duende, pero algunos de mis amigos, dicen haberlos visto.

    Una señora me contaba que ella de niña, jugaba con los duendes.  Y según su propia descripción, vestían uniformes de color verde. Eran pequeños y les gustaba jugar y sobre todo la velocidad. Se desplazan a un ritmo espeluznante, como si fueran bólidos.

    Buscan a los niños para jugar, pero también suelen hacerlo con los adultos, escondiéndoles las cosas y como no tienen un sentido del bien o del mal, pueden inducir a la gente a que infrinjan los códigos de la moral o hasta puedan cometer crímenes.

    Yo he visto en algunas películas del cine americano acerca de duendes (son ficciones) que les gusta lustrar zapatos y también les agrada sobremanera, el oro.  Se suele decir que donde hay oro, están los duendes.

    Por lo tanto algunos enanos mentales, están dominando al mundo con su oro.

    Cuando llegué a vivir a la casa donde actualmente resido, una de mis sobrinas me contó que había visto más de una vez, gente inexistente.  Es decir, que en alguna oportunidad fue a la habitación posterior de la casa y encontró a un grupo de operarios (en aquel tiempo mi sobrino tenía una empresa) y le dijo a su esposo:

  - ¿Todavía no se han ido los trabajadores?
  -¿Cuáles trabajadores?
  - Los que están en la habitación del fondo.
  -No hay nadie.
  - ¿Cómo, si los acabo de ver?
  - Vamos, si quieres.
     Y fueron a ese cuarto y no había nadie.

     Ninguna de mis sobrinas quería vivir sola al final de la casa.  En cambio, yo he dormido solo en ese sitio durante años y nunca vi ni sentí nada anormal.
     Aunque mi forma de ser, hace que racionalice todo lo extraño que haya en determinada circunstancia.  Cuando hay ruidos, trato de darles explicaciones lógicas y me quedo con la última explicación lógica que pienso: Son pericotes o ratas, cucarachas, o golpes de viento, etc.

     Esto hace que no tenga temores nocturnos y además mi gran sentido del humor me hace pasar por alto cualquier cosa rara.

    En muchas casas de Lima en donde he vivido, ha ocurrido casos excepcionales y si existieran duendes, probablemente yo los estaría atrayendo sin proponérmelo por mi gran afición a coleccionar, carritos o juguetes como adornos, los cuales, según me informan quienes creen en los duendes son un atractivo especialísimo para estos seres de otra dimensión.

   Actualmente cuando se me cae una moneda al suelo no la busco de inmediato porque no la voy a encontrar.  Al poco tiempo aparece en el lado opuesto al que cayó o en un lugar distinto al que lógicamente uno suponía que debería haber caído; por lo tanto, si existen duendes, ellos juegan a esconderme las cosas...

   Si se me cae una moneda a la izquierda, es probable que aparezca a la derecha.

   Bueno, eso es común en la política, en la cual, los candidatos se presentan como de izquierda y cuando son elegidos terminan gobernando con la derecha.

   Un día le tomé una foto a mi hijo no adoptivo, Benito cerca a una ventana y en el vidrio, apareció la figura ectoplasmática de un perro.

   Sin embargo, a pesar de todos estos fenómenos extraños, no aseguro que existan los duendes, pero hay que tener cuidado y evitar a los malos espíritus, que según la Iglesia Católica: "Andan dispersos por el mundo, para la perdición de las almas".

La Molina, 2 de octubre del 2012.

EMILIO ULISES ROBLES HORA.

NOTA DE REDACCIÓN.- Ahora último ha llegado la moda a algunas casas de Lima, de poner pequeñas estatuas de arcilla, representando a duendes o enanos de Disney, como amuletos o para espantar a posibles rateros.            

lunes, 1 de octubre de 2012

EL CASINO: ¿UN VICIO, UNA ESTAFA O UN ENTRETENIMIENTO?

    Antes de autorizarse el libre funcionamiento en todo el país, de los casinos, éstos o similares juegos llamados "De Envite" no sólo estaban prohibídos, sino eran satanizados por los medios
gubernamentales y mediáticos.

   Sólo aparecía el lamento comparativo acerca del exitoso
 Casino de Arica, en ciertos sectores deslumbrados por las noticias del Sur.

   Sin embargo, cuando estuve en esa localidad, no tuve el menor interés en visitar el famoso Casino, aunque sí, el histórico Morro donde ofrendaron sus vidas tantos héroes peruanos
 y que los chilenos conservan como un bello paseo, bien cuidado.

   No recuerdo bien en qué momento empezaron a proliferar los casinos por todo Lima, como si fuera Las Vegas. Me parece que en el gobierno de Francisco Morales Bermúdez se autorizaron estos "robamonedas" con gran entusiasmo y repentinamente, Lima era un Casino (averigüen qué significa esta palabra en italiano)... Es algo así como un caos, o como dijo un célebre tótem de la opinión del país, caído en desgracia por haberle aceptado a Fujimori, postular a congresista para ganar un poco más que el sueldo de catedrático: un burdel*...

   Como en las campañas de publicidad mayores de los americanos que te regalan un chicle, para crearte una necesidad y posteriormente vas y los compras, así llegó a casa
 una serie de invitaciones para jugar gratis en esos célebres
 casinos.   Y también se publicaban en los diarios, cupones
 para ser cambiados  igualmente gratis, por fichas para jugar...

  Yo caí en la trampa y descubrí todo un mundo de juegos, bocaditos, bebidas y bellas mujeres que te atendían con solicitud y vestían sugestivas minifaldas o bellos disfraces...

  A quién no le gusta que le den esa atención preferencial y gratis...

  Sin embargo, poco a poco fueron disminuyendo las ofertas, hasta eliminarlas por completo.  Ya habíamos caído en la trampa.

   Cuando iba a jugar, me di cuenta que los premios eran escasos y casi nunca se sacaba uno el premio mayor, pero lo más indignante era que las máquinas estaban preparadas para que tú echaras de una a tres fichas y después de 50 veces de haber girado el aparato, te otorgaban 5 fichas. O sea que tú  ponías(regalabas) de 50 a 150 fichas equivalente en monedas y al final, la máquina te pagaba 5.

   Y a pesar de los avisos que publicitaban tener un control de las entidades estatales, al final, todo resultaba casi una estafa.

   En verdad, todas las máquinas son tramposas y manejan programas de trampas, que en ningún país que tiene estos juegos, los permitirían...

   Sin embargo, a pesar de ello, la gente sigue concurriendo a perder su dinero.  Muchas veces me he encontrado con personas que luego de perder hasta el último centavo, me piden algún sencillo para su pasaje.
   En especial, los ancianos y ancianas del país, los cuales pierden, en algunos casos, su pensión entera o la suma destinada a pagar sus servicios, como el agua, la luz y el teléfono.

  Un propietario de dos negocios (una peluquería y una tienda) me contó que en 5 años habìa perdido 25,000 dólares.  Ni más ni menos...

  Y ahora que están los jeques árabes en Lima, me acuerdo que un miembro de la familia real de Arabia Saudita, ha perdido millones de dólares en el Casino de Montecarlo y sigue jugando...

  Bueno, pero acá, modestamente no somos jeques árabes, ni tenemos petróleo en abundancia, así que si a una viejita o viejito le pagan un sueldo humilde de 150 dólares mensuales y va y  lo pierde en el Casino, entonces ya no es una broma, sino un drama. Y mejor que no vaya a Austria (leer mi artículo sobre las flatulencias) donde si se tira 14 pedos se queda sin sueldo todo un año...

   Una vez vi a una señora con la mirada perdida dentro del Casino y le pregunté:
    -¿Qué le sucede? y ella me dijo con voz entristecida:
    - Acabo de perder 100 dólares...

   Se sabe por las noticias de los diarios, que algunos han llegado hasta el suicidio al haber perdido todo su patrimonio en los casinos...

   Mi hermana mayor, comprensivamente, me dice que los casinos son un entretenimiento para personas solitarias...  Tiene razón. Hay muchos de estos viejitos y viejitas que no tienen con quién conversar en casa, ni con sus hijos, ni sus nietos, ni sus sobrinos.  Ellos hablan otro idioma;  entonces estos ancianos van a un Casino, donde una máquina programada los felicita, se encuentran con personas amables que los atienden. Les ofrecen gaseosas, bocadillos y hasta comida.

  Me han contado que hay ancianas casadas que van al Casino y se retiran al día siguiente. O sea que desayunan, almuerzan, comen y hacen sus necesidades en ese lugar. Claro que no se bañan porque no hay duchas y están todo el día ejercitando sus dedos.  Y me parece que esa también es una buena terapia para enfermedades cardíacas y otras, porque los dedos de los casineros deben estar bien fortificados lo mismo que sus corazones, exceptuando claro está, sus bolsillos.

   A veces los dueños de los lugares de Juego, les ponen una corona de cartón cuando ganan un Premio Mayor (que no excede de 100 dólares), les toman fotos y las publican en la vitrina.

   Un día un viejo orgulloso me dijo, yo he ganado en esa máquina que usted está jugando, el Premio Mayor y publicaron mi foto en la vitrina de este local...

  Los solteros gozan de la atención de bellas chicas y las ancianas se alegran de ser atendidas por jóvenes atentos quienes les alcanzan los bocadillos y refrescos.

  Además, cuando hace mucho frío, me voy a un Casino para gozar del aire acondicionado y no estarme congelando en casa.

   Estos locales, además de las ventajas que he anotado y también las desventajas reseñadas, tienen un punto a su favor por el cual hasta ahora no han sido erradicados y ese punto es: que dan trabajo.

   Esa es la razón por la cual es muy difícil su erradicación definitiva.  Aunque me parece que deberían buscarle una zona un tanto alejada de la ciudad. Algo así como una Isla. Tenemos dos Islas frente a Lima que no se utilizan para nada: San Lorenzo y El Frontón.  Ahí se deberían trasladar todos los casinos de esta tres veces coronada villa, ciudad jardín y bella Lima.

   Conjuntamente con ese traslado, debería restringirse los nuevos permisos para las zonas urbanas.

   Cuánto trabajo daría la construcción de Puentes que comuniquen la ciudad con esas islas y luego cuando San Lorenzo o El Frontón se reinauguren como Casinos y Hoteles 5 estrellas, ¿no sería un gran atractivo turístico?

    Mientras tanto, algunos pobladores de Lima seguirán perdiendo su plata en la visita a los casinos de la Capital, aunque también en provincias se da este fenómeno.  Es una pena que en Trujillo, cierren librerías para abrir casinos. Me alegrará cuando sea lo contrario, que cierren casinos para abrir más librerías.

 La Molina, 1º de Octubre del 2012.

EMILIO ULISES ROBLES HORA.


* Un caos, un desorden.


domingo, 30 de septiembre de 2012

LA SONRISA Y LOS GRUÑONES.

  Hablando de sonrisas, hace poco vino una vendedora de la sierra, vestida con su típico traje andino y me ofreció una bola de kiwicha, un dulce nuevo para nosotros que vivimos en la Costa.  En vista de las cualidades nutritivas de este grano, hoy importado por los países más desarrollados, y usado en la dieta de los astronautas, le compré dicha bola...
   Cuando traté de comerla, se me cayeron cuatro dientes, de esas fundas que colocan los dentistas para simular dientes...

    Antes de niño, no podía andar sin masticar chicles; hoy, tanto los chicles, cuanto los toffees o cualquier caramelo pegajoso, están desterrados de mi uso, pues si los consumiera, me quedaría sin dientes...

   También recuerdo la vez que fui seleccionado  para hacer el comercial de  "Faucett".
   Se me había caído una de esas dichosas fundas de uno de los dientes centrales.  Para mala suerte, ese día no atendía mi dentista así que me las ingenié para pegar la funda con un chicle...

   Al grabar el comercial y cuando estoy bailando sentado dentro del avión, empiezo a sonreír y me acuerdo en ese momento que se me puede caer el diente y aprieto la sonrisa de inmediato.

  El comercial fue grabado y ahí está en youtube: Dice: Va, Va,Va, "Faucett" va.  Lo he pasado en cámara lenta varias veces para reírme de la ocurrencia de haber concurrido a grabar sin un diente, o pegado con un chicle...

  Entonces, para sonreír no es necesario tener dientes, así sea más bella la sonrisa en que muestras tu dentadura.

  Con dientes o sin ellos, la sonrisa lo ilumina todo...

  Cambiando al tema opuesto: La gruñonería y los gruñones...

  Por línea materna, soy descendiente de italianos.  El segundo apellido de mi madre según todos los indicios es italiano y además, se conservan tradiciones y costumbres propias de ese pueblo tan querido.

   Esa fue la razón por la que mi madre, eligió que yo estudiara en un Colegio fundado por un santo italiano: Giovanni Bosco, comúnmente conocido como Don Bosco.

   Ahí estudié bajo la tutela de sacerdotes de nacionalidad italiana, aunque también habían: checoeslovacos, polacos, alemanes, españoles y de otras nacionalidades europeas.  Ellos me educaron durante siete años de mi vida.  También teníamos profesores peruanos y eran de los más brillantes, tanto que editaban los libros de los cursos que se dictaban en todos los planteles del País.

    El asunto es que en ese Colegio había una gran cantidad de sacerdotes italianos y en casa, mi tía abuela  tenía el apellido de esa nacionalidad.  Por lo tanto me acostumbré a la forma un tanto temperamental de la gente italiana.

    Sobre todo cuando renegaban... Y parece que era algo contínuo...

    Cuando estuve en Roma, un amigo italiano me llevó a su casa y me presentó a sus padres.  Al poco tiempo se suscitó una discusión entre él y su hermano a gritos.  La madre se excusó y me dijo que los disculpara que ellos no estaban peleando.  Yo le respondí que entendía perfectamente.

    En otra ocasión, en Milán al pasar por la Galería Víctor Manuel, vi a varios ancianos que gritaban y parecía que se iban a ir a los golpes.  Mi amiga Teresa me dijo: -Ves a esos viejitos que se están peleando. -Sí, le respondí.  Y Teresa añadió: - En realidad no se están peleando.  Sucede que a las cinco de la tarde usualmente vienen los jubilados a esta galería y se ponen a discutir de política.
   
  Vi en casa a mi familia hablar en voz alta (renegando) muchas veces, luego en el Colegio,  y al final en Italia, así que no me llamó ni me llamará la atención este tipo de actuaciones o gruñonerías.

   Aunque los italianos son sentimentales... Unas veces se ponen acaloradamente a discutir o a renegar, y otras, se conmueven hasta las lágrimas...

   Yo pensé que nadie ganaba a los italianos en renegar, hasta que vi a una señora japonesa, renegando en su idioma y llamándole la atención a su hijo. Él, que era un amable dueño de un Restaurante adonde yo solía ir, me dijo: - Tú no aguantarías.  Y yo le respondí, que sí, pero que la cuadraría*, aún si fuera mi mamá y el japonés me dijo: Tú cuadras a mi mamá, veinte veces y ella sigue renegando y te cuadra veintiún veces...

   Y por último vi a una mujer andina renegando en quechua y nadie la paraba...

   Por lo tanto, la gruñonería, no es privilegio de un grupo de personas, aunque los italianos nos llamen la atención por ser más expresivos...

La Molina, 30 de setiembre del 2012.

EMILIO ULISES ROBLES HORA.

   *Cuadrar: llamar la atención, poner al orden a alguien.    

domingo, 23 de septiembre de 2012

LA HERENCIA.




Mercedes Viera Caamaño,
mi abuela ecuatoriana. hija
de doña Simona Caamaño 
López y
nieta de don Jacinto*
Caamaño , hermano de don 
Plácido Caamaño, mi
tío tatarabuelo.


Ulises Robles Viera, mi
padre, nieto de doña
Simona Caamaño López;
cuando nació, ella
dijo: " Este nieto se parece 
mucho a mi familia"

Mi abuela paterna, era ciudadana ecuatoriana puesto que había nacido en
        Quito, Ecuador.  Su madre, doña Simona fue sobrina de don José María Plácido Caamaño,
Presidente de Ecuador del siglo antepasado.


  A mí siempre me divirtió esta historia de la herencia...

  Sucede que doña Simona, que vivió junto a su tío, don
Plácido, en el Palacio de Gobierno, porque según mi tía paterna,
doña María Jesús, el Presidente le tenía gran predilección, un día
jugando (no en el Palacio) se encontró un tesoro, consistente
en un baúl o cofre lleno de monedas de oro, el cual depositaron
a nombre de ella en algún Banco del Ecuador**.

   Con el tiempo y cuando creció, ella se enamoró de un hombre
de apellido portugués, don Pedro Viera cuyo segundo apellido
era árabe, según mi tía.

 Dicho señor no tenía ni el dinero ni la posición social de la
familia de su padre, por lo tanto entró en contradicciones
con él y para evitarlas, se vino a vivir, primero a Piura, donde
enviudó  y posteriormente a Lima con dos de sus  hijos.

 Tuvo cinco hijos, uno  o dos de los cuales,  aparentemente,
 se quedaron en Ecuador y otro en Piura. No sabemos
exactamente cuántos hijos fueron exactamente. El dato de
que fueron 5 me lo dio mi tía María Jesús. Lo que sí se
sabe con seguridad es que a Lima vinieron dos de ellos.

   En Lima vivieron mi bisabuela y  aquellos dos hijos:
mi abuela Mercedes Viera Caamaño y su hermano
Mariano Viera Caamaño, quien no tuvo descendientes.

   Existen fotografías de mi tío abuelo Mariano, las que
aún conserva mi prima Victoria Robles Freyre.

  Contaba mi tía ( quien falleció hace unos años) que aquellos
parientes nuestros en el país del norte, son de la alta burguesía
y eran propietarios de una hacienda llamada "El Ejido".

 Yo encargué a alguno de mis amigos que viajó a Quito, que
corroborara la información y este amigo me dijo que
efectivamente, la hacienda había existido y que hoy era
como Lince, un distrito de Lima.

  Tomó una foto de la casa-hacienda y me la trajo. Dijo que era
una casa rodeada de jardines y al medio, el edificio principal, con
dos leones a los costados. Además según mi hermana, en esa
casa-hacienda había un Museo de Oro, parecido al de los
Mujica en Lima.

  Curiosamente, cuando una vez en "Faucett" (la Compañía de
Aviación en la que trabajaba) me preguntaron:
 -¿Cómo quieres que sea tu casa? Les dije:
 - De una manzana. Al medio la casa y rodeada de jardines...

 Quien me interrogaba, me dijo:

 - ¿Estás loco, lo que pides es una casa de ricos y no tienes
ni para comprarte un terreno en un pueblo joven (barriada,
callampa, favela, villa miseria, etc.)?

 - Bueno, tú me preguntaste cómo quería tener una casa,
no cuál iba a ser mi casa.

  Al fin y al cabo, vivía en una pensión y ahora, en casa de
mis sobrinos...

  Lo cierto es que mi familia no tenía (algunos han progresado)
los medios como se supone que tuvieron en su época los parientes
de mi bisabuela y siguen queriendo reclamar la dichosa herencia.

   Reclamo que hicieron una vez y  que volverán a hacer en
algún otro momento, para recuperar el dinero y las propiedades
de doña Simona en Quito, además del título nobiliario que le
correspondía, el de Marquesa, que pasaría a alguno de sus
herederos (por supuesto que yo no tengo la pinta de un marqués
y eso me da más risa).

 Y también me hacía recordar el chiste que una vez
publicó la Revista "Condorito".

Se veía en esa tira cómica a Condorito con los pantalones
parchados y sumamente pobre, diciendo alegremente:

"Tengo el   mismo   signo astrológico  de John Rockefeller".

  Uno de mis familiares fue a reclamar, ni más ni menos...

  El hermano mayor de mi padre, viajó a Quito y puso un
aviso en el diario "El Comercio" de esa ciudad: "Ha llegado a
Quito desde Lima, don Jorge Robles Viera, hijo de, nieto de,
etc. y busca a sus familiares"...

  El resultado es que llegó un pariente suyo***, apellidado
Muñoz quien lo sacó del Hotel y le dijo:

  -¡Sobrino, ven a mi casa!

 Y se fue a ese lugar, equivalente a San Isidro (un lugar
donde vive la más alta burquesía limeña)...

  Y digo que siempre me divirtió este cuento porque a mi tío
le dijeron:

"Mira para allá....Jajaja" "y de la herencia, como decía Pepe
Iglesias El Zorro:

"Nunca más se supo" como del "Pobre Fernández"...

  Los que gozaron de la misma,  son los parientes que se
quedaron en Ecuador y aún continúan con las posesiones
de doña Simona Caamaño López, mi bisabuela.

  Y aunque nunca creí nada acerca de aquella herencia, sí
quise conocer a alguno de mis parientes ecuatorianos y fui
a la Embajada del Ecuador, donde me recibieron y me dijeron
que pronto me iban a llamar para tratar de vincularme con
alguno de ellos y hasta ahora sigo esperando...

  Cómo será que nos quieren los ecuatorianos que cuando
una vez fui a Huaquillas para conocer siquiera, una ciudad
fronteriza de ellos, uno de los vendedores ambulantes de
esa localidad, me dijo ofreciéndome una mercancía:

 -"¡Lléveselo a precio de gallina flaca!"...

   Los ecuatorianos nos dicen gallinas y nosotros a ellos,
cordialmente, monos...

  En fin, mis hermanos y parientes ecuatorianos, lo tomarán
con el mejor sentido del humor, porque este blog es más
de entretenimiento que de otra cosa.

  Y ahora han aumentado mis lectores de esa nacionalidad,
a quienes dedico esta entrada.

  La herencia nunca se plasmó y hasta ahora una de mis
primas quiere reclamarla y a mí me produce cada vez, más risa...

 Y pensar que yo estoy trabajando a los 66 años de
guachimán (vigilante)****
y hay millones de dólares que nos esperan a la vuelta de
la esquina....  Jajaja

  Saludos a mis hermanos ecuatorianos, en especial a mis
parientes, si todavía queda alguno.

  La Molina, 23 de setiembre del 2012.

EMILIO ULISES ROBLES HORA.
 
* No recuerdo bien si el nombre de mi tatarabuelo era
Mariano o Jacinto.

** Según mi hermana a mi bisabuela no sólo le correspondía
el dinero de aquel cofre de oro, sino la participación en
algunas haciendas, incluida El Ejido y otras del patrimonio
de su madre, apellidada López, a quien heredaron los
Caamaño, (me parece que ahora tienen un apellido compuesto:
Jijón Caamaño), por el matrimonio de don Mariano con mi
tatarabuela y que por ser hija única le correspondía a
doña Simona.

***Según mi hermana, no sólo llegó el tío Muñoz, sino
otros tíos que quisieron conocer al sobrino llegado de Lima
(no especifica si fueron de la familia Caamaño).

**** Trabajé durante el tiempo que escribí este artículo como
vigilante en uno de los edificios que diseñó mi sobrina arquitecta.

sábado, 22 de septiembre de 2012

MÚSICA BELLA E INOLVIDABLE.


  Con la mejora salarial de los nuevos beneficiados por el boom de la construcción y la minería, quienes tienen ahora ingresos superiores,  ha aumentado la clase media y  en su afán por adquirir bienes, servicios y distracciones de las cuales no gozaban antes, tratan de progresar en todo orden de cosas.  Uno de los rubros que ahora exploran es el de la cultura y específicamente el de la música y el teatro.

  Es usual ver el aumento de  espectadores a teatros, recitales, conciertos y otros espectáculos, antes reservados para la clase privilegiada de siempre.

  Durante el Gobierno Revolucionario del General Juan Velasco Alvarado  se quiso poner al alcance de las grandes mayorías el Teatro Municipal con los Conciertos Dominicales, cobrando precios super-económicos.  Aunque no lo crean, para oír un Concierto de la Sinfónica se pagaba la irrisoria suma
de un sol (algo así, como centavos de un dólar al cambio de aquella época) y a pesar de esa ganga, la gente no iba habitualmente a escuchar la Música Clásica, no como ahora que los precios se han disparado hasta casi llegar a más de 5 dólares y sin embargo, ahora sí la gente acude y llena el Teatro.

  Cuando vivían mis padres, era una época pobre en general para el Perú y pocos tenían acceso a poseer un radio, por lo tanto, no se escuchaba música en casa.  Mi madre suplía esa ausencia, cantando algunos pasajes de las zarzuelas a las que había concurrido de joven.

  Es recién cuando nos trasladamos a Lima, que en el Colegio Salesiano, el sacerdote alemán don Hermann
Kimmeskamp, autor de los 5 libros de secundaria en los que todo el Perú estudiaba el curso de música, nos obligaba a escuchar sinfonías toda la hora de clase y ¡Ay de aquél que hiciera ruido o no prestara atención! se podía ganar un cachetadón que te haría escuchar unas campanillas de no se sabe dónde.

  Sin embargo, ahí no empezó mi afición por las bellas melodías. Ello sucedió cuando fui a vivir a la casa de mi tío César, hermano de mi padre.  Mi primo Mario, era un gran aficionado a la música clásica y tenía como 100 discos, los que ponía una y otra vez.

   Cuando mi tío regresaba del trabajo en la noche, me decía: ¡Pónme a Grieg! y escuchábamos su "Concierto para Piano en La Menor" y luego cuando yo estaba solo, de este mismo compositor noruego, escuchaba su suite: "Peer Gynt" y también de Franz Liszt, su "Liebestraum" o "Sueño de Amor"; de Ludwig van Beethoven: "Moonlight Sonata" o "Claro de Luna"; de Franz Schubert: "Serenade" o "Serenata"; de Peter Illich Tchaicowsky: "Swan Lake" o "Lago de los Cisnes" y tantas otras bellas composiciones.

  Al poco tiempo me compré un radio a transistores y podía escuchar a través de las ondas de "Radio Cien" otro tanto de bellísimas melodías, como: "Eine Kleine Nachtmusik" o "Pequeña Serenata Nocturna" de Wolfgang Amadeus Mozart; de Joaquín Rodrigo: "El Concierto de Aranjuez" y "Fantasía para un gentilhombre" interpretado por Narciso Yepes.  También: la "Sinfonía Nº 3 en fa mayor, Opus 90" de Johannes Brahms, así como su Danza Húngara Nº 5 y su Canción de Cuna.

  No podemos olvidarnos de "Scheherazade" de Nicolái Rimsky Kórsakov,  extraordinario compositor ruso, que junto a Balákirev, Músorgski, Cuí y Borodín, integraba los 5 magistrales maestros rusos de la música clásica.

  Y hablando de los rusos, nunca podré dejar de admirar su: "Gypsy Russian Music" o "Música Gitana  Rusa", en donde están las dos célebres composiciones: "Ochi Chornia" u "Ojos Negros" y la incomparable: "Two Guitars" o "Dos Guitarras" que es mi predilecta.
Sinceramente:  los rusos con "Dos Guitarras", se pasaron. Es decir, crearon la más bella melodía de todos los tiempos.

   Ni qué decir de los valses de Johann Strauss, las polonesas y nocturnos de Frédéric Chopin, en fin, tuve la suerte de haber accedido al conocimiento de la música clásica, gracias a haber estado en casa de mi tío César y a mi primo Mario a quienes siempre agradeceré por esta ayuda musical...

  En el Perú, felizmente las cosas están cambiando y la gente trata de culturizarse, de tener una mayor apreciación musical y concurre y llena los teatros cuando hay conciertos. Ahora que tenemos nuevos y más grandes teatros, sería bueno que las autoridades, traten de organizar conciertos masivos, como aquellos que atrae  la Sinfónica, cada vez que toca la 9a. Sinfonía de Beethoven.

  Si Ud. no es aficionado a la música clásica, le recomiendo que trate de escuchar algunas de las composiciones mencionadas en este artículo, tal vez pronto Ud. se vuelva un melómano.

La Molina, 22 de setiembre del 2012.

EMILIO ULISES ROBLES HORA.