Mundo, Demonio y Carro, deben ser los tres impedimentos para llegar al cielo. Se ha modificado el tercer enemigo de los seres humanos, porque en lugar de ser la Carne, son ahora los carros o automóviles, o buses, o diabólicos engendros del mal, los que están causando los accidentes más aparatosos y con pérdidas de vidas humanas, que sobrepasan a las plagas o pestes antiguas e incluso a las guerras.
Y las personas se empecinan en comprar estos vehículos que solo sirven para desaparecer al género humano de la faz de la tierra.
Y pensar que las mujeres, exigen o ponen como condición esencial para acceder a una relación sentimental, el tener un automóvil. Muchos varones se han quedado solterones por tener solo el carrito de San Fernando, mitad a pie, mitad, andando...
Otro de los prerrequisitos que exigen las mujeres es que el futuro marido, sepa bailar. Debe ir a fiestas a mostrar todas sus virtudes en la danza. Y los bailes cada vez son más endemoniados...
Regresando al tercer demonio de la humanidad, el carro, lo encontramos en todas nuestras actividades. Si Ud. no es partidario de este vehículo, no puede prescindir de él para ir a efectuar todas sus gestiones diarias, incluso las más elementales. Ir al mercado a comprar los alimentos del día, acercarse a visitar otro de los demonios más astutos y demoníacos que los demás, los bancos, que lo dejan sin un solo céntimo hasta que terminen sus días...
Claro que Ud. no viaja en un BMW o en un AUDI o un MERCEDES BENZ, pero igual, el simple microbús que toma todas las mañanas, no deja de ser el demoníaco invento, llamado CARRO.
El hombre desde sus inicios en el planeta Tierra estuvo buscando la forma de transportarse cómodamente de un lugar a otro. Primero utilizaban las andas, en donde los más fortachones de un país, y también los más c. judos, cargaban a quienes se decían descendientes del Sol, o de algún otro Dios que inventaban para ser considerados (los abusivos de siempre y que reparten la torta) semidioses o hijos del Ser Supremo.
Luego utilizaron la rueda y los nobles animales, como los caballos a los cuales no se pueden atribuir ningún rasgo de c.judez, sino que son seres con un entendimiento menor que el de los hombres...transportaron hasta no hace mucho tiempo a todas las personas. Sin ir muy lejos, mi padre nos contaba que él se desplazaba a caballo al ir de un pueblo a otro. Y eso fue a la vuelta de la esquina... También nos contaba como su tío le obsequiaba monedas de oro, de esas que Ud. puede ver en el Museo Numismático del Banco Central de Reserva del Perú, en forma gratuita. Pero que no se puede llevar de recuerdo, porque en ese caso, se lo llevan directamente a Lurigancho (que es la prisión más congestionada de Lima-Perú)...
Luego en el norte se movilizaban en piajenos, que no es nada más ni nada menos que los burros, esos que Ud. suele ver por la ventanilla del endemoniado bus que lo transporta de ciudad en ciudad...
En realidad los buses o los carros en general ¿son endemoniados? o más bien, sus propietarios o usuarios, quienes los conducen en estado etílico, o en estado de ignorancia absoluta de las reglas de tránsito, aquellos que les hacen mala fama a estos vehículos...
Pues, yo diría que un poco de ambos, porque cómo se explica Ud. las situaciones de accidentes provocados por fallas de las máquinas. Se le vaciaron los frenos, se le cayó el cardán, etc...
Yo recuerdo que una vez cuando viajaba por Magdalena del Mar, a uno de los buses públicos le aconteció algo espectacular. Hubo un ruido tremendo. Se detuvo el carro y nos devolvieron los pasajes. ¿Qué había ocurrido? Se le había caído el cardán. ¿Qué era el bendito cardán? Ni más ni menos que el eje o la columna vertebral que articulaba el bus...
Entonces dirá el constructor, se olvidaron de hacer el chequeo o el mantenimiento adecuado. Pero yo me pregunto ¿A algún constructor se le puede ocurrir que el esqueleto de la máquina, se le pueda caer en plena pista?...
Recientemente uno de mis primos algo lejanos, que era un pintor autodidacta, fue atropellado por dos carros casi en la puerta del Museo de Arte. Uno lo levantó por los aires y el segundo le pasó encima. ¿Será posible que ese lugar haya sido TOMADO POR LOS DELINCUENTES DEL TRÁNSITO? y no sólo de los choferes irresponsables, ya que parece ser una tierra de nadie.
Un día estaba en la Av. Wilson, contigua al Paseo Colón en donde está ubicado ese Museo y además el Gran Parque de Lima o Parque de la Exposición o también llamado el Parque de "Mistura" que es el reciente depredador de los jardines que existían ahí y que luego que el Alcalde Andrade, casi los desapareciera, poniendo pistas y parqueos de cemento y que gentilmente el señor Castañeda, continuara "sembrando" cemento, desapareciendo jardines y además alquilando, supongo que la Municipalidad tendrá algo que ver, a la exposición gastronómica llamada "Mistura" sin equis porque nos creemos Manuel Gonzáles Prada y le enmendamos la plana a la Real Academia de la Lengua diciéndoles que Mixtura, se escribe sin equis...
Como decía, mientras esperaba mi microbús, un pequeño zarrapastroso joven, me distrajo como pidiéndome limosna, mientras el otro delincuente, aprovechaba para bolsiquearme. Luego, se fue al medio de la pista donde hay un pequeño jardín, ahora de cemento, buscó en mi billetera billetes o monedas, como no hallara ninguna, botó todos mis documentos al piso...
Ese bendito lugar está tomado por toda clase de individuos, empezando por aquellos que no tienen ninguna culpa de ir a estudiar, porque ahí se imparten cursos de danza, teatro, escultura y artes en general continuando por los ambulantes que venden desde pancitas, salchipapas y hasta discos de poemas... Estoy pensando seriamente en editar mis poemas para que los vendan en ese mercado ambulatorio en que se ha convertido el ex-Museo de Artes...
Hasta los arranchadores de billeteras, carteras, relojes y también de aquellos que botan al medio de la pista todos tus documentos cuando se dan cuenta que eres "misio", o sea que no tienes ni un Sol que te alumbre...
Además, circulan toda clase de carcochas que van y vienen a los pueblos jóvenes, sin ninguna revisión técnica, que hace tiempo no se hace en Lima, por lo tanto se les puede caer no sólo el cardán, sino también el motor o el tanque de gasolina y nadie se dará cuenta...
Si Ud. busca por el piso, encontrará toda clase de tuercas, tornillos, vidrios, etc. de los carros antediluvianos que por ahí circulan y tal vez, también si tiene suerte, se encuentre una moneda de cinco céntimos, que no le servirá para comprar un pan, pero si junta 5 de ellas, puede ir a la Panadería más cercana y se los tirarán por la cara, porque nadie recibe monedas de 5 céntimos...
En fin, qué más podríamos decir de los carros, aquella Plaga de Egipto trasladada a Lima, pero, habrá mucha gente que los adore, porque les sirve para hacer "Piques" que no es nada más ni nada menos que ir a toda velocidad por una pista, con ganas de matar al primer imbécil que se le cruce en el camino, con tal de ganarle al otro que también tiene un carro tan ruidoso como el suyo...
Mientras tanto Ud. que sigue en su carrito de San Fernando, ruegue a Dios, que no lo atropelle algún borracho de esos que se especializan en manejar microbuses o carros robados y que andan buscando una nueva víctima...
San Borja, 25 de octubre del 2,011.
EMILIO ULISES ROBLES HORA
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