El día 3 de octubre de 1968 la dueña de la casa de
San Miguel en donde vivía, me levantó temprano con
la nueva: ¡Botaron a Belaúnde, le dieron un golpe de
Estado!
No sé si la veterana lo dijo con entusiasmo o tratando de
darme un disgusto. Ella sabía que yo simpatizaba con el
arquitecto presidente.
Efectivamente aquel día en la madrugada, un grupo de
militares, comandados por el General de División Juan
Velasco Alvarado habían dado un golpe de Estado y
deportado al Arquitecto Fernando Belaúnde Terry
hacia Argentina.
No se sabía qué iba a hacer el nuevo Presidente. Los
militares en el país, se sienten Presidentes de la República
apenas llegan a ser Generales (o antes).
Ellos tienen un Instituto (Centro de Altos Estudios
Militares) en donde los preparan para la eventualidad de
tomar el poder.
Velasco se había contactado con sus demás congéneres de
la Armada y la Fuerza Aérea, llegando a dar un golpe de los
tres estamentos de la Defensa Nacional. La Policía, si bien
tiene la misión de coadyuvar en la misma, no tiene el peso, ni
los armamentos de los demás institutos armados y por lo
general se pliega al Gobierno entrante.
El día 9 de octubre de ese mismo año, recuerdo como en
la tarde, los canales de televisión peruana en cadena
anunciaban al país, la toma de los yacimientos de la Brea
y Pariñas. El complejo petrolero ubicado al norte del Perú
y administrado sino ilegalmente, por lo menos consentidamente
por los diversos gobiernos que nunca atinaron a resolver el
problema que suscitaba una compañía de los Estados Unidos
de América (International Petroleum Company, subsidiaria
de la Standard Oil of New Jersey) que administró dichos
yacimientos sin pagar nada al Estado ni en impuestos ni
reconociendo la propiedad del lugar como de origen peruano.
Me cuentan que los gringos habían puesto avisos, en Talara,
donde está ubicada la Brea y Pariñas, que decían:
SE PROHÍBE EL INGRESO A LOS NATURALES...
O sea que los gringos no sólo se decían propietarios de un
territorio que no era de ellos, sino que prohibían el ingreso
a la gente peruana.
Si buena parte de la campaña presidencial de Belaúnde y del
Partido Aprista Peruano, así como de los grupos de izquierda
apuntaban a la reinvindicación de dicho territorio y sólo
Belaúnde había llegado a un acuerdo con la IPC para recibir
en un plazo prudencial dichos yacimientos, además de
haberse suscitado un escándalo con la página once de dicho
contrato en donde dijo haber especificado, un funcionario
apellidado Loret de Mola, que la venta del petróleo del
Estado a la IPC, se pagaría en dólares y misteriosamente
la página desapareció y fue sustituida por otra en que dichas
cantidades serían pagadas en soles con el consiguiente perjuicio
económico para la nación (los dólares siempre se cotizaron
mejor que los soles en el país); entonces, resultaba que
Velasco había dado en el clavo, recuperó los yacimientos
metiendo los tanques a Talara y anunciando que no les iba
a pagar nada, porque ellos tampoco habían pagado
los impuestos...
Posteriormente llegaron a un acuerdo en que se le daría
algún dinero a la IPC, cuyo producto ESSO, jamás regresaría
al Perú a pesar de que aún es vendido en otros países
latinoamericanos.
Después vinieron: la Reforma Agraria, recuerdo el lema
famoso: "Campesino, el patrón no comerá más de tu pobreza";
la nacionalización de las telecomunicaciones, incluido los
cables (se le pagó a la ITT, con el terreno que perteneciera
a la Penitenciaría de Lima en donde dicha empresa construyó
el Hotel Sheraton, de su mismo consorcio); la nacionalización
de los ferrocarriles (los cuales desaparecieron con el tiempo
por la mala administración), las minas, los bancos, menos
el Banco de Crédito (según decían por ser el Banco del Papa);
y los periódicos. Esta última medida no fue bien recibida
por los diversos estamentos de la sociedad peruana porque
era un claro recorte de la libertad de prensa. En fin una cadena
de nacionalizaciones en donde Hugo Chávez quedaría como
bebito de pecho al lado de Velasco y ahora la ultraderecha
peruana no quiere recordar a Velasco, sino sólo a Hugo
Chávez, porque sabe que muchos ciudadanos en el país
lo recuerdan con simpatía, como que sus funerales fueron
apoteósicos.
Sin embargo, pese a algunas equivocaciones, podemos
anotar que el Perú Republicano se divide en dos:
1.- Antes de Velasco; y
2.- Después de Velasco.
La mayoría de instituciones que fueron nacionalizadas
por el Estado en la época del Gobierno Revolucionario de la
Fuerza Armada estaban poco desarrolladas, por no decir
dejadas a su suerte por los grandes consorcios internacionales
a quienes no les interesaba un comino, desarrollar el país,
tenemos el ejemplo de los bancos, los cuales eran unos
"bancuchos"* en donde para graficar mejor, yo suelo decir
que iban en "bicicleta a recaudar los escasos fondos que movían
diariamente en sus agencias".
Esos mismos bancos, cuando Fujimori los vendió a precio de
huevo, habían sido desarrollados por el Estado Peruano a tal
punto que ahora tenían cajeros automáticos, como "Ramón",
el primer cajero automático que puso en funciones el "Banco
Continental", que después pasó a manos del consorcio
español BBVA y fue desarrollado en la época cuando ese
Banco pertenecía al Estado y ese Estado lo puso en el lugar
que debería estar; determinando que los bancos sí recaudaran
ingentes cantidades, las cuales tenían que ser recogidas en
camiones blindados como hasta ahora ocurre.
Cuando fui a visitar a mi primo, importante Gerente de la
IPC a sus oficinas en Lima ubicadas en el edificio Ferrand,
en el Jr.Zepita 423, lo encontré en un edificio antiguo
y en un escritorio que parecía de segunda mano, de madera,
mientras el mío de la Municipalidad de Magdalena del Mar,
era más presentable y moderno. Le dije: ¿Cómo es posible
que todo un Gerente Principal de la IPC, como tú pueda
estar despachando en un escritorio tan antiguo y destartalado?
Él se limitó a responder que de todas maneras le servía.
En otras palabras, la IPC, no invertía ni un sol, ni un dólar
en el Perú, como para tener oficinas más presentables, siendo
que administraba millones de dólares que les salían casi
gratis.
Sin embargo, años después fui a visitar a mi primo hermano
a las oficinas de PETROPERÚ, aquella institución peruana
que es y ha sido la principal contribuyente en impuestos en
el Perú y contra la cual la derecha no cesa de disparar... Y
lo encontré en un moderno edificio, con Muebles 501 (los
más modernos de la época) con salón de directorio y con
artefactos eléctricos que la IPC nunca hubiera pensado en
darles a sus altos ejecutivos a los que les pagaba bien pero
no les daba las suficientes comodidades, ni la presentación
que merecían. Años después, el Presidente Toledo utilizó
las instalaciones de ese moderno edificio construido por
la administración de Velasco, para despachar como Presidente
mientras el Palacio de Gobierno se reconstruía después
de la invasión de las ratas y otros animalejos en la época
de Fujimori.
Además, Velasco les envió leche en polvo, la misma contra
la cual hablan con ira los ultraderechistas, y pescado baratos
a los habitantes de la sierra y de otros lugares apartados del
país, lo que dio por resultado que la talla de los peruanos
creciera en algunos centímetros. Era proverbial ver que los
peruanos andinos, tenían talla muy baja y después de Velasco
apareció gente de la sierra, más alta.
El dinero que era sólo de unos cuantos pasó a ser de una
gran masa de origen andino o mestizo. Ya no eran los
"Blanquitos de Miraflores"**, los dueños de todo, sino también
los andinos y sus descendientes.
Podríamos escribir páginas enteras para describir las
cosas positivas que hizo el General Juan Velasco Alvarado,
así como hablar de todo aquello que hizo mal.
Sin embargo, en el balance, podría decirse que ahora el
país disfruta de un bienestar, que no podría haberse logrado
sin los cambios que efectuó aquel gobierno que empezó el
3 de Octubre de 1968.
San Borja, 14 de Mayo del 2013.
EMILIO ULISES ROBLES HORA.
*Bancuchos = Bancos insignificantes.
**Célebre frase acuñada por Eliane Karp, esposa del
ex-Presidente Alejandro Toledo.
