jueves, 26 de junio de 2014

EL GAS DE CAMISEA Y SU DEMORA INEXPLICABLE.





    Según este artículo publicado por el diario "La República" el
1° de Agosto del 2004, el proyecto del gas natural recorrió 20
años antes de su llegada a Lima el 5 de Agosto de ese mismo
año.

    El ex-Ministro de Energía y Minas, don Pedro Pablo
Kucsynski (probable candidato presidencial en las elecciones
generales del 2016) firmó  en 1981 un contrato con la Shell
para la explotación de petróleo en los lotes 38 y 42 (actuales
88B) ubicados en Bajo Urubamba, Cusco. Shell empezó a
explorar en 1983 y el hallazgo del gas natural se produjo en
1984 a orillas del río Camisea en el Cusco.

   Recién el año 2000 se firma en el mes de diciembre, durante
el gobierno de Valentín Paniagua, el contrato para la
explotación de los hidrocarburos de Camisea y el 5 de agosto
del 2004 llegó a la costa el gas natural, bajo el gobierno
del ex-Presidente Toledo.

  La pregunta lógica es por qué se demoró más de 16 años en
tener a disposición del País, el gas. Cómo es posible que dos
gobiernos consecutivos, el de Alan García y el de Alberto
Fujimori, no hayan podido llegar a firmar los contratos
respectivos para traer el gas a la costa, de donde serían
exportados y/o utilizados.

  Cuánto dinero dejó de percibir el país por la inoperatividad
de ambos gobiernos (no se toma en cuenta el gobierno de
Belaúnde que fue en el que se encontraron los yacimientos, por
estar de salida) y cuánto dinero se hubiera ahorrado al sustituir
el petróleo por el gas, el cual abunda en Camisea.

  Aparentemente se trata de asuntos burocráticos que impidieron
la firma oportuna de los contratos, aunque también puede
pensarse que el asesoramiento con que contaron los gobiernos
de aquella época, no fue el más idóneo. Puesto que se tuvo que
tratar con la empresa gigantesca Shell, la cual en un momento
dado, llegó a asociarse con la empresa Mobil. Dos veces fueron
rechazadas las propuestas de la Shell y no se llegó a ningún
acuerdo, retirándose definitivamente esta empresa, el
15 de julio de 1988.

    Lo cierto es que el gas se descubrió entre 1984 y 1987 y recién
en Agosto del 2004 se pudo disfrutar de sus beneficios.

   Tanto tiempo transcurrido ocasionó una pérdida económica al
Perú, tanto por no disfrutar de los beneficios del gas, cuanto por
pagar los excesivos costos del petróleo, que bien pudo haberse
sustituido en parte, por el gas natural.

     Y nadie se dio cuenta ni se dijo nada.

      Igual pasó con la demora del tren eléctrico y tampoco nadie
dijo nada, ni se dio cuenta.

      Aunque en el caso del tren eléctrico, los gobiernos de
Fujimori y de Toledo no lo continuaron por cálculo político y
no atribuir al gobierno de Alan García la paternidad del mismo.

    En cambio, el actual gobierno de Humala, si ha continuado el
proyecto del Tren Eléctrico, concluyó con el segundo tramo de
la Línea 1 y se encuentra en ejecución la segunda línea, que
será totalmente bajo tierra (subterránea) como la mayoría de
"Metros" del mundo.

 San Borja, 26 de junio del 2014.

EMILIO ULISES ROBLES HORA.


 

viernes, 6 de junio de 2014

MONSEÑOR JULIO GONZÁLEZ RUIZ, UN OBISPO SINGULAR.

   Hace unos años, como lo hacía muy a menudo, regresé a
mi Colegio (Salesiano de Lima) y al estar cerca a la entrada
del sótano, donde se almacenaban los vinos que preparaba
don Franzero (Franchero le decíamos) encontré junto a una
bicicleta a alguien que me pareció de lejos un conserje.

    Estaba de espaldas, vestido como un paisano.

  -¿No has visto a algún sacerdote? le pregunté.

  El joven o aquella persona que yo había creído se trataba
de algún empleado de servicio del Colegio se dio  vuelta  y
al verlo, me quedé sorprendido y me respondió:

  -No, no he visto a ninguno.

  Yo no salía de mi asombro al reconocer en mi interlocutor
a Monseñor Julio González Ruiz, ex-obispo de Puno.

  - ¡Monseñor!, disculpe, lo confundí con alguien de la Casa.

  -No se preocupe.

   Yo, había leído en  los periódicos limeños que Monseñor
Julio González Ruiz,  había sido destituido de su cargo y
que él no aceptaba esa disposición y más bien apelaría a Roma.

   El diario "Correo" cubrió la noticia a toda página, dándole
las primeras planas de varios días.

   Decía el diario que Monseñor Julio González Ruiz, era
acusado de darle: "Besitos a las chicas" y lo presentaban casi
como un desequilibrado mental. Me atreví a interrogarlo,
aprovechando el fortuito encuentro.

   - Monseñor, los diarios decían que Ud. les daba besos
     a las chicas, un poco más y decían que las enamoraba.

   - Sí, a mí tambien me dijeron algo parecido, ni más ni
      menos que una autoridad eclesiástica y yo le respondí:
     "si una mujer es como una flor, por qué no apreciar su
      belleza, en cambio hay unos cretinos que no merecen
      ser tomados en cuenta".
    
   - Por qué ese ensañamiento de los medios de prensa
      en contra de usted, Monseñor, a qué se debe tanto encono.

     Y me habló con una parábola, contándome el cuento de
la garrapata:

     - Había una vez un médico muy famoso en un pueblo y
        cada cierto tiempo venía un campesino enfermo con
        las picaduras de las garrapatas.

        Este médico tenía un hijo, que para variar, también
        estudió medicina y cuando se recibió; el padre, para
        honrarlo, lo dejó a cargo de su consultorio, mientras
        él salía de viaje.

        A su regreso, el hijo le comunicó entusiasmado a su
        padre:

        - Papá, ¿te acuerdas de aquel antiguo paciente tuyo
           que sufría de las picaduras de las garrapatas?

        - Sí hijo, ¿qué pasó?  

        - Que yo imbuido de las nuevas técnicas médicas
           he curado definitivamente al hombre de las
           garrapatas. Él ya no volverá nunca más a
           tratarse de ese mal.

           Y el viejo médico indignado, le respondió.

         - ¡Qué has hecho insensato, has acabado con
            nuestro patrimonio!

       "Lo que sucedió es que la Iglesia tenía en Puno, extensos
terrenos agrícolas, que yo en alguna manera administraba".

       "Como estaba próxima a dictarse la Ley de Reforma
Agraria, yo me adelanté y repartí las tierras. Se suponía que
yo no debería haberlo hecho y por eso fui destituido".

        Como lógica deducción, supuse que las demás invenciones
en contra de Monseñor González Ruiz, eran parte de la guerra
psicológica desatada en contra del prelado.

      Él viajó a Roma y en la ciudad eterna, lo pasearon
o en otras palabras, lo mecieron, enviándolo a estudiar
francés a París y esperaron a que se volviera viejo para
regresarlo al Perú, cuando ya no constituyese un peligro
para nadie*.    Aún así, él estaba prohibido de celebrar
Misa, de estar en ninguna Parroquia o Iglesia, salvo a
guarecerse en su casa matriz de los salesianos, quienes lo
acogieron cordialmente y le dieron el tratamiento propio
de un Obispo. Él desarrolló sin embargo, una buena labor
en la Provincia de la Unión en Arequipa en donde creó
una entidad de ayuda a la gente de esa localidad.

     Como yo no era muy partidario de sus ideas un tanto
extravagantes, me aparté silenciosamente de él. En cambio,
la señorita secretaria de la Librería Salesiana simpatizaba
mucho con él y se adaptaba a su lenguaje. Ella le hablaba
de tú y le decía Julito, con cierta sonrisa un tanto socarrona.

     Yo tuve el siguiente diálogo con él:

   -¡Dime Julio y háblame de tú!
   -Pero Monseñor, usted es una autoridad.
   -Bueno y usted no comprende que todos somos iguales.
   -¿Por qué ahora me trata de usted?
   - Porque si usted no me trata de tú, yo no puedo
      hacerlo.
   - Es diferente, usted es una autoridad y es mayor que yo
      por lo tanto, puede decirme de tú, en cambio yo no
   - Entonces si no me dices de tú, yo le diré de usted.

     También le pregunté por su crucifijo dorado:

  - Monseñor ¿Por qué usa usted un crucifijo de cobre?
  - Porque el cobre también es un buen metal.
  - Pero no corresponde a su autoridad, usar algo
     que no está de acuerdo a lo que todos están
     acostumbrados.

    Tenía un "Volswagen" escarabajo a su servicio, una
moto y una bicicleta. Y me hablaba de "ellos" que eran
una especie de fijación mental. "Ellos", seguramente
para él, serían los confabulados del mal.
 
    Repentinamente un día según dijeron, lo llamaron a
una "emergencia espiritual", algo así como dar la
extremaunción, como le sucedía a Don Bosco, que a veces
lo emboscaban y aparecía el perro Gris y lo salvaba, pero
el Monseñor falleció, según se dijo, en un accidente.

   Cuando él era joven y un sacerdote común, nos daba sus
charlas en los ejercicios espirituales y nosotros lo
aplaudíamos.

   Apenas lo nombraron Obispo, yo que era un joven
estudiante, me acerqué y le besé el anillo. Él en ese momento
era un obispo tradicional. ¿No sé qué pasó para que cambiara
tanto?
 
   Una lástima su destitución, su viaje al exterior y su
fallecimiento posterior en Lima. En Puno, lo admiran
y  hay muchos colegios e Institutos que llevan su
nombre.

   Monseñor Julio González Ruiz descanse en paz.

San Borja, 6 de junio del 2014.

EMILIO ULISES ROBLES HORA.

*Fue en aquella época, precisamente, en la que me
  encontré  con Monseñor Julio González Ruiz, a un
  costado de la entrada del depósito de vinos de don
  Franchero, mientras guardaba su bicicleta.