viernes, 1 de julio de 2016

LA PLANTA O FRUTA MILAGROSA.

En los años setenta apareció en Lima, una planta llamada "comfrey" que se popularizó por la recomendación que se hacían unos a otros. Era una planta milagrosa que curaba todos los males, según se decía, la cual era vendida en un lugar al que uno debía acudir para comprarla.
Es proverbial que la gente quiera vivir más tiempo, sano de todos los males y tener cierta comodidad económica. Muchos sueñan con hacerse millonarios de la noche a la mañana. Apelando a esos sentimientos, los judíos primero y posteriormente los americanos crearon una serie de empresas dedicadas a la producción de "medicinas milagrosas" en base a hongos, algas, plantas y frutas extraídas del "paraíso terrenal".
Luego de la "fiebre del comfrey", no mucho tiempo después, apareció un hongo que también tenía los secretos de la eterna juventud y salud. Mucha gente atesoraba el hongo en recipientes de vidrio y tomaba el "agua curativa".
Hasta que llegó "Herbalife" que se caracterizó por hacer una agresiva campaña propagandística en donde se hacía aparecer a los vendedores del producto con una chapa o círculo de metal en el cual se leía: "Quieres bajar de peso, pregúntame cómo". Me invitaron a sus charlas y en ellas se decía que además de vender el producto, comprándolo a menor precio, uno podía hacer una cadena con otros amigos que ingresaran al "círculo", con cuya contribución a la venta del producto, aumentarían los ingresos del socio de esa empresa. Además se ofrecían vacaciones paradisíacas en islas del caribe, etc. O sea te harían ganar y volverte casi millonario a cambio de que los vincules con más clientes.
A "Herbalife" le salió un competidor mexicano: "Omnilife" con similares ofrecimientos. Lo curioso es que ambas empresas ofrecían un "polvo mágico" cuya composición química nadie la conocía y que según decían, era en base a algas.
Recientemente apareció un empresario peruano que elabora un nuevo producto que tiene componentes de origen andino, sin especificar exactamente cual es su nombre, llamado "Fuxión".
Todos estos comercializadores de productos medicinales no farmacéuticos, ofrecían las mismas condiciones de "Herbalife"; es decir, cuantos más compradores consiguieras, más aumentarían tus ingresos.
El día de ayer, una sobrina mía me dijo que la representara en una reunión, sin especificar de qué se trataba, en "Inictel". Yo creí ingenuamente que era de algún curso de telecomunicaciones, porque eso es lo que yo sabía de la entidad; pero no se trataba de ello, sino de la presentación de una nueva productora de esas medicinas milagrosas, llamada: "Srii"...
Sri es una palabra hindú, o del idioma sánscrito que significa belleza o riqueza. Srii tiene el agregado de una i. Sri también es el nombre de una diosa hindú de la riqueza y esta palabra es utilizada asimismo, como sinónimo de respeto. Así al fundador de "Hare Krishna" se le denomina: Sri Swami Prabhupada.
Esta empresa elabora unos productos en base a una "fruta milagrosa" que cura todos los males, de procedencia hindú, llamada "amalaki". Y las condiciones de ganancia para los difusores de ese producto en sus diferentes presentaciones, son similares y hasta mejores que sus otros competidores.
Naturalmente que entre los males que cura está uno muy generalizado en el país: "EL SOBREPESO".
Desde que el Perú, con la apertura al sistema de mercado, abrió sus puertas a las fábricas de obesos que son las sangucherías al paso o "fast food", llamadas popularmente: "comida chatarra", los peruanos, sobre todo los más adinerados y alguna gente pobre, se dedicaron a ir a esos establecimientos y comerse supersánguches, estilo "Lorenzo" (no sé si recordarán los sánguches gigantescos que comía el personaje del mismo nombre en la historieta: "Lorenzo y Pepita"). Además de comer en nuestros propios establecimientos "engordagente" como las pollerías y comerse sus pollitos con papas, rociados de gaseosas supergigantes y ahora último de "Inca Kolas gorditas", lo que resultó en un crecimiento espectacular de gente con sobrepeso en todo el Perú.
Entonces, cuando se vieron obesos, se pusieron a pensar como bajar los kilogramos demás y recurrieron a gimnasios, tomaron té verde, pastillas y al final, alguno de los preparados milagrosos de los que trata este artículo, cuando lo más simple era dejar de comer esa "comida chatarra", eliminar para siempre las gaseosas, bajar el consumo de azúcar y sal (sin eliminarlas por completo); consumir porciones alimenticias menores en la dieta diaria y hacer más ejercicio.
Caminar o hacer cualquier otra actividad física como limpiar la casa o la habitación donde se vive, arreglar el jardín, etc.
Los peruanos olvidamos que somos ricos en plantas y frutas tan beneficiosas para la salud como la "maca" o la "quinua" y con estos dos productos se podría elaborar unos preparados mucho mejores que el bendito "amalaki", pero no tenemos el ingenio o el capital suficiente como para hacerlo y nos contentamos con ver el despliegue publicitario de estas empresas que nos ilusionan con volvernos ricos de la noche a la mañana.
Como sea, la gente siempre quiere vivir más y tener seguridad económica que son dos grandes anhelos de la humanidad. Mientras tanto, nosotros seguiremos siendo escépticos en cuanto a nuestras creencias de recomendar algún producto milagroso y lo único que podríamos agregar es que para tener buena salud, debemos cuidar de nuestra alimentación, hacer ejercicios diariamente y vivir en paz con uno mismo y con sus semejantes.
San Borja, 1° de Julio del 2016.
EMILIO ULISES ROBLES HORA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario