La emoción que provoca la "Copa América" del Fútbol y la participación destacada de nuestros futbolistas, a veces, nos hace olvidar que al gobierno saliente le quedan pocos días para que siga engatusándonos con su propaganda repetitiva y mentirosa de hacernos creer que estamos en el mejor de los mundos, que hemos crecido al 9% y recibido una participación de ese crecimiento a través de sus grandes obras, como el tren eléctrico, la remodelación del estadio nacional, el Cristo del "Gordovago", como también se le conoce al Cristo del Pacífico, etc.
Pero como en el fútbol, no todo lo que brilla es oro y no siempre gana el mejor o el más preparado sino, muchas veces el más vivo... Asimismo, en este régimen que acaba, se beneficiaron, seguramente quienes tuvieron jugosos sueldos como funcionarios estatales, o quienes por su verbo florido, buenas conexiones o dinero invertido, fueron elegidos como congresistas o presidentes (ahora los hay también de las regiones) y a los allegados que fueron nombrados ministros o vice-ministros. Otros beneficiados han sido los industriales y comerciantes que no reciben sueldos sino que son los propietarios de los medios de producción.
La televisión nos muestra cuando un jugador finge una lesión cometida por un infractor del equipo contrario y cómo este jugador luego de su aparatosa caída, levanta la cara disimuladamente, sin saber que un lente lo está enfocando, para ver si cobraron la pena o si debe seguir fingiendo.
De la misma manera un político nos atiborra de información favorable a su gestión, tratando de hacernos creer que ha hecho una buena labor y se merece un premio. Y el pueblo ya le respondió con el magro resultado de las últimas elecciones...
Sin embargo, son tan caraduras, que no escarmientan y pagan millonarias campañas televisivas y periodísticas para salir en olor de santidad. De esta manera creen que ya convencieron a la mayoría, de sus hechos y no palabras...
Recordando a don Manuel A. Odría, cuyo lema era precisamente ése. Pensaba que las obras que había hecho lo harían recordar a través de los tiempos, caso parecido al de Fujimori. Con la diferencia que la mayoría de las leyes sociales de las que hoy se queja la voraz burguesía criolla, fueron dadas precisamente por don Manuel.
En un librito que vendían los ambulantes en el centro de Lima, con el resumen de la vida y obras de los presidentes de la República Peruana y que ahora ha desaparecido de la circulación (la primera edición, porque en la segunda edición ya no se habla mucho de Odría) se nos informaba que las leyes del Seguro Social del Perú, de las indemnizaciones, de las vacaciones de 30 días y otras leyes sociales (en su gran mayoría) las cuales quieren aquellos representantes de la derecha tradicional, desaparecer de la faz de la tierra, fueron dadas precisamente en el tiempo del General de la Alegría. Esto no hace que me arrepienta de haber apoyado a Belaunde en el año 62, pero sí me hace pensar mucho que don Manuel A. Odría, un general del ejército peruano, tal vez haya hecho un gobierno superior a lo que suponemos, sobre todo, tratándose de la mejora en las leyes que protegen a los trabajadores.
Bueno, pero ahora tenemos al Comandante Ollanta Humala, a quien todos hemos elegido con gran expectativa porque su plataforma de trabajo está basada en la inclusión de los sectores menos favorecidos de aquel cacareado crecimiento, que para mí, como jubilado de la 19990, no existe ni ha existido para ningún efecto benéfico. Después de 10 años de gobierno de Alejandro Toledo y Alan García, el único aumento que recibimos fue de 30 soles, y cuando Alan subió al gobierno el menú popular costaba 3.00 ó 3.50 soles y ahora no baja de 7.00 soles y el pan costaba 15 y 20 céntimos, según el distrito donde lo compraras y ahora cuesta 25 y 30 céntimos. O sea que el proceso inflacionario para el menú popular y el pan fue de un 100% y en cambio el aumento a las pensiones fue de menos del 10%. Esta diferencia ¿Será corregida?¿Se nos devolverá el dinero del Fonavi que se nos descontó por más de 10 años? ¿Humala sintonizará con el pueblo? Eso lo sabremos en pocos días y en lugar de estar atacando al nuevo Presidente, se debe tratar de brindarle todo el apoyo que necesite para poder llevar a cabo sus promesas electorales.
San Borja, 17 de julio del 2,011.
Emilio Ulises Robles Hora
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