lunes, 5 de noviembre de 2012

¿ES LA COMIDA PERUANA, INDIGESTA?

   El olluco es un tubérculo andino que no es conocido en otras latitudes; la papa en cambio, no sólo es conocida en el mundo entero, sino, que ha sido motivo de la alimentación mundial por mucho tiempo.

    Sin embargo, hasta ahora, el mundo no conoce la variedad de papas que el Perú produce para el consumo de los peruanos.  Nosotros desde hace mucho tiempo consumimos la papa amarilla, que siendo de menor tamaño que la papa blanca, es más exquisita y mejor asimilable por el organismo humano, de tal manera, que se les suele dar como dieta a las personas que enferman del estómago o de los intestinos.

    Asimismo, la papa huayro, una variedad de la papa blanca, que es arenosa y ciertamente, de mejor sabor que la papa que consume el mundo entero, sólo la saboreamos aquí.

   Entonces, cuando alguien del extranjero viene y consume por primera vez un olluquito con charqui*, un caldo de gallina con papa amarilla, o simplemente una papa huayro con huevo, ingresa a un mundo privilegiado de sabores que no conocía en su tierra.

  Y eso que estamos hablando solo de un tubérculo, porque hay otros, que los peruanos que residimos en Lima y en provincias de la Costa, no conocemos, como la oca o la mashua.  De sabores dulces y exóticos.

   Para la gente extranjera, el boom de la cocina peruana en el mundo, los ha hecho acercarse a los restaurantes donde se elabora nuestra comida, descubriendo una nueva veta de sabores desconocidos y agradables.  O similares platillos a los suyos, aderezados de acuerdo a la sazón peruana, les hace exclamar: "Oh qué deliciosa comida"...

   Aunque no faltan detractores, como un conocido conductor de un programa televisivo de cultura, el cual al estar en España, escribió en su blog o en un periódico, que la comida peruana es indigesta.

Al respecto, debemos decir que cada grupo humano tiene sus propios hábitos alimenticios y en consecuencia, el aparato digestivo de sus habitantes se acostumbra a ingerir los elementos constitutivos de sus platos típicos.   Unos fríjoles o frejoles como decimos acá, elaborados de una forma en un país, puede causar indigestión en algún otro, elaborado de una manera diferente y con otros condimentos no usados en la cocina del lugar donde se reside.

   Nos llamaba mucho la atención cuando venían algunos visitantes extranjeros, por lo general americanos o europeos, que ellos trajesen su propia agua.

   Es proverbial que en esos países, presten mucha atención y tengan mucho cuidado con el agua que beben y ellos crean que de esa manera vivirán más.  Sin embargo, me sorprendió, cuando estuve en Estados Unidos, la gran cantidad de gente que moría a temprana edad.

   Y digo temprana edad, porque en los obituarios que publican en los periódicos, por lo general ponen la edad del fallecido.  Por ello me enteré del mayor número de fallecidos antes de los 40 años o de edad; en cambio aquí, la gente que toma cualquier clase de agua, vive más tiempo.

    Ya conté en otro de mis escritos, cómo mi prima que crió a sus hijas con un esmero mayúsculo, de tal manera que ellas comían sólo lo más selecto y vitaminado, libre de bacterias o parásitos y cómo al no estar expuestos sus organismos a una "mayor vacuna o acostumbramiento de toda clase de bichos", fueron presas de un estreptococo dorado, que  les fue muy difícil de erradicar...

   Yo en cambio cuando estuve en los Estados Unidos o en Europa, tomé agua directamente del caño, como solía hacerlo acá, antes de que cambiaran las tuberías y las pusieran de plástico.  Ahora tomo agua hervida y/o embotellada. Aunque cuando la construcción es nueva, como en este edificio que ahora cuido, tomo el agua directamente del caño. Y nunca me pasó nada, pero tuve alguna indigestión por el cambio de comidas.

     A pesar de la alteración del régimen alimenticio,  a algunas personas que tienen estómagos de hierro -como según dice la historia, lo tenía Napoleón, el emperador que comía rapidísimo y en diversos lugares, sin ganarse una "bicicleta" (diarrea)- no les afecta en nada.

    Con la globalización, todos quieren probar las comidas típicas de los países que visitan y ya no se cuidan tanto de no tener "bicicletas"(pequeñas o grandes).  Hay quienes viajan con sus medicinas antidiarréicas, pero no se pierden de probar los deliciosos platillos típicos de los países que visitan.

    Y no les importa si nuestra comida, la peruana, tiene más ají o chile que en los otros países, ahora lo prueban todo.  Y salen gratamente impresionados con nuestra cocina.

   Hay hasta un programa de Canal de Cable, donde un gordo calvo, come toda clase de porquerías: gusanos y demás insectos, y otros indescriptibles "alimentos" que él saborea recomendándolos.

    Por lo tanto, si a algunos pudiera caerles mal, algunos de nuestros platos favoritos, debe probar con otro,
porque aquí se elabora comida para todos los gustos y estómagos.
 
Una vez un ciudadano alemán de visita en nuestro país me pidió que le indicara dónde podía comer.

 Yo pedí permiso en el trabajo para llevarlo a un restaurante cercano.  Lo llevé a ese lugar, no sin antes recibir un elogio: "cómo hace usted ésto.  En ningún lugar del mundo alguien pide permiso para guiar a un turista", bueno, le dije, no importa señor, pero debo ayudarlo a usted.  Fui al restaurante y le pregunté si quería algo picante o que no tuviera ají o chile, me dijo que lo prefería sin ají.  Entonces pedí un lomo saltado sin ají y lo dejé en el restaurante.  El alemán regresó a mi oficina y me agradeció, me dijo que había estado delicioso. 

Entonces, vemos que también hay que saber pedir.  Si alguien viene y se come un cebiche picante y no tiene costumbre de comer ese tipo de platos, tal vez le caiga mal.

  Pero un lomo saltado, en cambio, puede ser lo que necesite.  Y tiene para escoger: el ají de gallina, la papa a la huancaína, la ocopa, los rocotos rellenos, el seco de cabrito, el cebiche, los anticuchos, los picarones, etc.

    Si nuestra comida tiene gran aceptación en el extranjero, es por supuesto porque le cae bien a la  mayoría y por lo tanto, cuando vengan a visitarnos, no se priven de comer una de las cocinas más deliciosas del planeta.


   La Molina, 5 de noviembre del 2012.

EMILIO ULISES ROBLES HORA.  
 
*Carne de llama (auquénido andino) disecada.

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