"Sofocleto", el célebre humorista peruano, cuyo verdadero
nombre era: Luis Felipe Angell, bautizó a un Primer Ministro
con el apodo de: "Pedohermoso" porque aquel funcionario
fue el último en enterarse de una disposición tomada por el
Presidente Alan García y que involucraba al futuro de la
Nación.
Actualmente ¿Cuántos "Pedohermosos" habrá en este
gobierno de Nadine Heredia?...
El humorista "Sofocleto" también solía ponerles "chapas"
o apodos muy celebrados a los más destacados políticos.
A un político narizón, lo bautizó como "Tucán" y Luis
Bedoya Reyes, lejos de amilanarse por el apodo, le
sacó ventaja y en una de sus campañas dijo:
"Dicen que voy a ganar por una nariz"
Sin embargo, algunos otros políticos no lo tomaron de
una manera muy deportiva y hasta llegaron a retarlo
a un duelo.
Los apodos, no siempre son bien recibidos por las
"víctimas" de quienes los usan. Se sabe del caso de
un señor que llegó a ganarle un juicio a otro por haber
recibido un apodo infamante.
Sin embargo, cuando éramos alumnos de los colegios
cuánto nos divertíamos poniéndoles apodos o riéndonos,
sobre todo, de los profesores...
Había un profesor cojo y le decíamos: "Pata con hipo",
"Llanta Baja" a otro que era feo, le pusieron: "Cara de
hacha" a un cura que tenía la cara roja, le decían:
"Semáforo" y al más gracioso de ellos, le llamábamos
"Teta", no sé si aquel apodo se refería a "Tetudo" (tonto)
o a que era gordo.
A uno de nuestros compañero que era demasiado
blanco, casi albino, le decían: "Ratablanca" y a otro menos
blanco: "Leche"; a mí modestamente, me decían: "Loco" y
yo no sabía por qué, hasta que uno de mis compañeros
me dijo hace poco: ¿Todavía desorbitas los ojos como si
fueras un loco? Ya me había dado cuenta de ello en la
grabación de los comerciales.
En el comercial de Margarina "Primavera" en donde
aparezco como un militar que les da consejos a los
cadetes (pueden verlo en youtube, poniendo emrobh77)
al final al hacer el consumo del pan con margarina, se
me van los ojos y la mirada es parecida a la de un loco.
El publicista me contó que la dueña del comercial quería
eliminar ese detalle: "Parece un loco" y él la convenció:
"No ve que la margarina lo vuelve loco"...
Ahora que se habla mucho de bullying, o sea el acoso
del que son víctimas algunos alumnos y también empleados
en sus empresas, habría que revisar si nuestra diversión
no está afectando a nuestros amigos y como se dice
usualmente: "Parar la mano" o detenernos en el momento
en que veamos a nuestros prójimos en dificultades por
nuestro mal accionar. Aunque de todas manera, no hay
que dejar nunca de estar alegres.
San Borja, 6 de marzo del 2014.
EMILIO ULISES ROBLES HORA.
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