La influencia del Cine en la vida de las personas ha sido
importante. Desde un primer momento, cuando éramos niños
y no había televisión, V.H.S., D.V.D., Ipod, etc. nos
preguntábamos cómo se producía la magia de las imágenes
movibles y con sonido que veíamos en nuestro Cine predilecto.
Les preguntábamos a nuestros padres cómo se producía
este feliz acontecimiento y ellos nos decían que era una especie
de caja que tenía una película y un lente que con una lámpara
especial, proyectaba la imagen. ¿Qué es lo que hacíamos los
niños de aquel entonces? Queríamos hacer nuestro particular
"Cinemita"...
No era extraño ver a los niños tratando de construir su
propio proyector, recurriendo a cajas de cartón, buscando
lentes de aumento y "chelis" o películas desechadas de los
cines cercanos a nuestro barrio y avanzábamos en la materia.
Luego consultábamos con nuestros amigos que también
estaban en la búsqueda o construcción de su propio "Cinemita"
y siempre caíamos todos en que no teníamos la lámpara lo
suficientemente fuerte como para proyectar la imagen y
aumentarla significativamente, aunque lográbamos a veces,
conseguir una imagen diminuta entre los vítores y aplausos
de nuestros amigos.
En aquella época se desarrollaba la imaginación, el deseo
de hacer las cosas y no se les daba a los niños todo el "pan
comido", sino que ellos mismos trataban de imitar o dar curso
ingeniosamente a sus propios descubrimientos. No digo que
los niños de ahora hayan perdido imaginación o desenvoltura,
sino que la tecnología los ha hecho más dependientes y en
algunos casos, adictos.
Hoy ningún niño quiere hacer su propio "Ipod" o desea
construir un D.V.D., además no tiene tiempo para ello, porque
en el Colegio cada vez lo obligan a aprender teorías más
enrevesadas y fórmulas matemáticas cada vez más complicadas
que no le dejan ningún tiempo disponible para dar curso a su
imaginación. Esa imaginación que los estudiantes franceses
reclamaban en Mayo del 68 en su célebre frase de:
"La imaginación al poder".
El cine no sólo influenció a los niños. Cuando éramos jóvenes
veíamos películas de tipo romántico como: "Los amantes deben
aprender" en donde Emilio Perícoli cantaba su celébre canción
"Al di lá" y los jóvenes de aquella época al recordar a la
enamorada nos poníamos a comentar dicha película. Otra que
vimos de un tema parecido, tenía como protagonista a Sidney
Poitier, en la película: "Al maestro con cariño".
Algunos de mis compañeros de estudio eran hinchas acérrimos
de Elvis Presley y vestían como él los pantalones o casacas de
su ídolo. No era extraño ver a jóvenes vestidos con blue jeans
y casacas rojas como las que usó James Dean en "Rebelde sin
causa", a tal punto que en mi Colegio, los curas prohibieron que
los alumnos vistieran de manera estrafalaria. Algún sacerdote
trató de expulsar del Colegio a quienes usaban casacas rojas y
hasta quiso prohibir los blue jeans. Después desistió de su
propósito al darse cuenta que la gente era pobre y los "pantalones
vaqueros" eran baratos y no tenían otra cosa que usar.
El cine imponía modas, usos, costumbres, jergas, y mandaba
en los niños y jóvenes de mi tiempo. Ahora la televisión que es
un cine casero no tiene ese grado de influencia.
Aunque en algunas películas como "El hombre Araña" le dan
tal importancia a las zapatillas del protagonista, que todos los
muchachos quieren usar una de la misma marca. También en
otra película: "Volver al futuro" se imponen no sólo las zapatillas
del protagonista, sino las "patinetas" o "skateboards".
El cine influye tanto que cuando dieron la película "El exorcista"
mucha gente buscó a los sacerdotes porque se creían poseídos
por el demonio. Hace algunos años, a unas adolescentes de la
selva peruana se les encontró haciendo toda la alharaca parecida
a la que Linda Blair, la protagonista, mostró en dicho filme.
Solo que no llegaron a vomitar líquidos verdes...
El cine, como el teatro nunca desaparecerán y seguirán siendo
ambas artes, parte del quehacer cotidiano de la gente, nadie
dejará de ir al cine. Recientemente he leído a un señor que dice
haber visto la película "El Padrino" en el Cine: "como tiene que
ser", porque no es lo mismo ver una película en la intimidad de
tu hogar por más pantalla gigante o "home theatre" que le
pongas que ir a un Cine y ver la misma película en pantalla de
panavisión o 70 mm. y si cabe con sonido estereofónico de 6
bandas como había en el Cine "Roma".
El Cine siempre existirá y los aficionados a él nunca dejarán
de acudir a una Sala para ver su película predilecta, como muy
bien dijo ese amigo: "como tiene que ser".
San Borja, 2 de octubre del 2014.
EMILIO ULISES ROBLES HORA.
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