sábado, 22 de octubre de 2016

EL BIOENERGÉTICO.

    Un día de hace algunos años, entré a la tienda que quedaba
al frente de mi casa y el joven que atendía me presentó a  un
nuevo vecino.  El encargado de la tienda, dijo que era un señor
con ciertos poderes especiales.

    Al preguntarle al nuevo vecino de qué se trataba, él me dijo
que era un "bioenergético", que curaba con los espíritus y podía
diagnosticar enfermedades y hasta llegaba a operar...

    Como quiera que mi tía María Jesús, q.e.p.d., muy aficionada
a consultar todo tipo de personas especiales, ya me había
presentado anteriormente a una pareja que hacía este tipo de
curaciones en su propia casa de Miraflores o San Isidro y yo me
había sometido a estos tratamientos, habiéndome explicado ellos
que curaban y  "operaban" con los espíritus de médicos del plano
espiritual, no me extrañò esa posibilidad.

    En aquella oportunidad, aquellas personas me dijeron que el
cuerpo humano constaba de varias capas, aproximadamente siete,
algunas más densas como el cuerpo que alcanzábamos ver, y otras
más sutiles.  Ellos podían sacar un tumor o algo maligno de la capa
más densa y enviarlo   a otra, segùn dijeron.
Entonces el individuo mejoraba o se curaba definitivamente.
Que los espíritus elegían a quien debería operarse.  Ellos me
informaron que uno de los elegidos era yo y la señora vestida con
un riguroso atuendo blanco y una cruz de Lorena procedió a
"operarme".
Sus manos encima de mi estómago parecían serruchar mi cuerpo.
 Luego me dijeron que no hiciera ningún ejercicio y que guardara
cama por un tiempo determinado.

    Yo no les hice caso y seguí con mis clases de Judo que por
ese entonces tomaba.  Lo que sucedió después de esa clase fue
incomprensible para mí.  Me sentí tan mal que llamé por teléfono a
estos "sanadores espirituales" y ellos me respondieron que yo
había sido operado y que me habían recomendado guardar cama.

    Con el tiempo había olvidado este episodio, hasta que apareció
el "bioenergético" a quien le pregunté cuánto costaba su consulta.
    Me dijo que 30 soles (10 dólares al precio actual del dólar) esa
fue una bonita excusa como para eximirme de un nuevo tratamiento...

    Sin embargo en un día posterior, me tocó la puerta, la esposa
de ese "sanador espiritual" para decirme que en sueños, su cónyuge
había recibido la orden de "curar" a alguien sin cobrarle y que el
elegido había sido yo.  Bueno, le dije, pero no quiero ser sometido
a operaciones ni nada por el estilo.  Ella me dijo que eso lo
determinaría su esposo y que fuera a la consulta gratuita.

    Fui y el "bioenergético" por medio de un péndulo que pasó por
encima de mi cuerpo sin tocarlo, determinó que estaba sano en
líneas generales pero que tenía un problema en una de las
válvulas del corazón y que debería "operarme".  Curiosamente yo
había sufrido desde algún tiempo de sospechosas palpitaciones
que en la consulta con los médicos me habían diagnosticado como
"extra-sístoles" y que no debía hacer caso porque era habitual en
algunas personas.
 
     Decidí entonces someterme a aquel "médico espiritual"...
 El señor Rojas, que así se apellidaba, me citó para un día determinado
y decidí llevar a mi amigo Sam para que compruebe lo que hacía
el "sanador" o para cualquier problema que se pudiera suscitar.

     Felizmente fue aceptado Sam y pudo ver todo el trabajo que
hizo este curioso señor.  Me hizo que me acostara en una camilla
y nuevamente puso el péndulo sobre la parte específica, o sea el
corazón.  Yo sentí como un ligero calor en el pecho, mientras el
"bioenergético" decía a mi amigo: "Ve Ud. cómo se mueve el
péndulo.  Yo no lo estoy moviendo".

    Luego de terminado su trabajo me dijo que ya había sido operado
y que debía guardar cama. No leer diarios, no ver televisión, no
escuchar radio ni tener ningún objeto electrónico prendido, al menos
durante los próximos 15 días.

     Como tenía la experiencia anterior.  Hice todo lo indicado y
aunque parezca una invención mía, nunca más volví a sentir  las
temidas palpitaciones, calificadas por los médicos como "extra.
sístoles"; desaparecieron como por arte de magia.  Yo le conté esto
a mi sobrino, quien padece de males cardíacos y me dijo que lo
contacte, porque él prefería una operación de ese tipo, antes que
las operaciones normales de la cirugía occidental.

     Fui a verlo al lugar donde él me había "operado", a la cuadra
exacta donde había ido y nadie lo conocía, no sabían que había
vivido por ahí, ni tampoco vivía en ese lugar...

    Algo muy raro porque muchos de mis amigos, como Sam y
Marcos, lo vieron, se sometieron a sus diagnósticos y pueden
asegurar que el "bioenergético" existía o existe.  Lo cierto es que
nunca más lo volví a ver ni a contactar.

 San Borja, 22 de octubre del 2016.

EMILIO ULISES ROBLES HORA.

         

No hay comentarios:

Publicar un comentario