ATAHUALPA, LA CAÍDA DEL IMPERIO INCA Y LOS DEFECTUÓLOGOS.

El sacerdote Inca, la Princesa Inca y Atahualpa.

Me tuvieron que teñir las piernas para 

dar con el color de los Incas.

En la foto de arriba se puede ver

como quedaron, para la película.

    Todavía no se ha estrenado ni en el Perú ni en el
mundo la película peruana "Atahualpa", la caída de
un Imperio, del realizador de la misma nacionalidad:
Rogger Asto León, cuando una andanada de críticas
de sus propios compatriotas pretende desacreditarla.

   Que las actuaciones son flojas; que los efectos
especiales muy pobres; que los Incas son muy altos,
que son muy bajos; que Francisco Pizarro es más
alto que Atahualpa, que es más bajo; que mejor es
"Apocalipto"; que no se ajusta a la verdad histórica.
 Que es una cagada. Etc.

   Otros en cambio son más generosos: La iré a ver
de todas maneras.  Me parece interesante. Etc.

   Como diría el popular cómico peruano "Melcochita":

   ¡No vayan!

Cuando se quiere inducir al público peruano
a que vaya a un lugar o  a comprar un determinado
producto.

   ¿Cómo pueden deducir los detractores de la película
 tantas cosas, sin saber los pormenores y sin haberla
visto?...

    Lo primero que se debe tomar en cuenta al ver
una película basada en parte de la historia es que
se trata de una FICCIÓN, por lo tanto no se puede
saber a través de ella, lo que en realidad pasó.

    Porque ni los cronistas de la época se ponen de
acuerdo para relatar una sola versión. Algunos dicen
que Atahualpa nació en el Cusco, otros que nació en
Quito.  La versión más aceptada es que nació en esta
última ciudad.

    Aunque Quito era parte del Tawantinsuyo y Perú,
ni Colombia, Ecuador, Chile o Bolivia no existían.

    Se conoce que el Imperio Incaico llegó a dominar
alguna parte también de la Argentina.

    Asimismo, no se sabe cuánto medían en promedio
los Incas, pero se supone que eran altos para aquella
época. Yo que aparezco en la película como sacerdote
Inca, mido Un metro con ochenta centímetros (1.80 m.)
con zapatos y el Inca Atahualpa en la ficción que nos
ocupa es ligeramente más alto o de mi talla, lo mismo
que el General Rumiñahui.

Por lo tanto, no somos considerados bajos en nuestro
país. Aunque me parece que los Incas, pudieron ser
ligeramente más altos, porque en la explanada que
rodea a Kencco, una ruinas del Cusco, hay unos
asientos de piedra en donde tenía que impulsarme
para poder tomar asiento.

     Cuando estuve hace poco en la Huaca de la Luna,
la guía nos explicó que los mochicas o moches, no
medían más de un metro con sesenta centímetros
(1.60 m.) o  un metro con sesenta y cinco centímetros
 (l.65 m.). Ellos sí eran más bajos que los Incas.

    En cuanto a los efectos especiales, no los conozco
porque no he visto la película. En cambio me llamó
la atencíón la habilidad del técnico encargado, para
hacer aparecer objetos de metal, como de oro
auténtico.

    Asimismo, la tenacidad del Director de la película
a quien el Estado no le proporcionó el apoyo económico
necesario y sin embargo llevó a cabo su propuesta con
el apoyo de capitales privados y con una plena dedicación
a sacarla adelante de la mejor manera.

    Es un esfuerzo, que esperamos sea recompensado
con una asistencia masiva a las salas de cine y sin ser
"defectuólogos"*.

San Borja, 28 de abril del 2,014.

EMILIO ULISES ROBLES HORA.

*Defectuólogos.- Palabra que he inventado para referirme
a las personas que sólo encuentran defectos en los demás
y en sus creaciones.