EXISTENCIA. De mi poemario "Polen y Cenizas".

   NOTA DEL AUTOR

   Al escribir un poema, el escritor no sólo debe recibir
del espacio infinito donde como ya dije anteriormente:
moran Dios, los ángeles y las musas, sino también aportar
de sus propias vivencias o de aspectos de la vida diaria
que a manera de los colores que utiliza un pintor en su
paleta, tiene en su mente.
    De esta manera, al observar a mis ancianos tíos, Jorge
y César, descansar en su sillón del diario, escribí algún
verso de referencia en el siguiente poema, que espero
les guste, tanto como le agradó a un amigo dirigente
sindical.

                     EXISTENCIA.

  Como el que nada tiene
  como el que en nada piensa.
  Como tal vez, el que nada espera;
  siembra la semilla y la riega
  dejando para otros la cosecha,
  así mis pensamientos son en este otoño:
  fríos, húmedos, sin vida.

  ¿Cuántas veces más tendremos que vivir
  la vida ya vivida?
  ¿Me compraré un sillón para esperar la muerte?
  O iré a su encuentro para saber si existe?
 
  ¿Por qué pensar que he vivido tantas veces
  y cuántas lecciones he aprendido?

  ¿Servirá esta ocasión para no regresar?
  Y ¿por qué la vida, los años, el tiempo,
   la muerte?...

   Y ¿a qué  o a quién se debe
   el perfecto ordenamiento?
   A Dios me dirán tal vez
   o al Supremo Arquitecto del Universo?

   Y también: la naturaleza,
    la tierra,
    la evolución de las especies,
    la necesidad de la existencia,
    la idea,
    la materia.

   Y entonces dirá algún otro
    es mejor no pensar en eso.
   ¡Existe porque existe!

   ¿Pero es suficiente esta sentencia?
   O seguiremos pensando
   en lo que nada somos,
   en lo que nada tenemos,
   y en lo que nada esperamos...

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EMILIO ULISES ROBLES HORA.