Desde hace algún tiempo, los empresarios o los
dueños de las empresas privadas en el Perú, venían
reclamando insistentemente la derogatoria o la
inoperatividad de las normas legales protectoras del
trabajo, porque según decían, estas leyes no les permitían
la contratación de más personal.
Pedían entre otras cosas, la supresión del Seguro Social,
la Jubilación, las gratificaciones, las indemnizaciones, y las
vacaciones mensuales.
Según ellos, estas "cargas sociales eran insoportables
y no les permitían tomar más personal".
Pero sucede que en todo el mundo, y en especial en el
modelo por excelencia, los Estados Unidos de América,
existe el Seguro Social, que no sólo ha sido potencializado
por la administración Obama, sino que se ha incluido al
mayor número de beneficiarios; además en todo lugar se
dan gratificaciones o dinero extra a los trabajadores bajo
distintas denominaciones.
En muchos lugares desarrollados también tienen vacaciones
anuales, que incluyen, como en la antigua Unión Soviética,
lugares especiales para los trabajadores, que eran como
centros vacacionales en donde se le daba toda clase de
servicios gratuitos a los usuarios.
Ellos tenían una revisión total del estado de salud a todos
los que iban a esos lugares de descanso.
En todo lugar del mundo se protege a los trabajadores
de los despidos injustificados por medio de la legislación que
los protege de abusos y despidos prepotentes, otorgándoles
indemnizaciones que puedan reemplazar la carencia de
ingresos mientras dure su desocupación. En Estados Unidos
existe el Seguro del Desempleo, al cual se acogen muchos
individuos. Y hablando de Seguros, qué es el Green Card,
al que todos los inmigrantes aspiran, acaso no es una
Tarjeta del Seguro Social...
Y en todo lugar también se protege a los individuos cuando
llegan a su vejez, por eso los descuentos por jubilación.
Sin embargo, nuestros empresarios peruanos coludidos
con explotadores internacionales del trabajo, pretendían
derogar o arrinconar toda esa legislación que ha costado años
de reclamos de los trabajadores y vidas de los mismos, para
poder medrar con la pobreza de los más pobres, haciendo más
ricos, a quienes no hacen nada, sino disfrutan del trabajo de
los demás.
Nadie hubiera pensado que un gobierno como el que
actualmente padece nuestro querido Perú, se iba a coludir
con estos individuos, dando una ley por medio de la cual, se
deja de lado todas las disposiciones protectoras del trabajo,
para "darles una oportunidad a quienes no tienen trabajo,
o sea, a los más jóvenes que no son contratados por las
empresas, debido a su falta de preparación"...
La Primera Ministra ha dicho que esta nueva Ley le da a los
jóvenes trabajadores la opción de recibir capacitacíón de parte
de esos protectores empresarios, que estarán dispuestos y
obligados por esa ley a brindarlas como obligación, olvidando
que el régimen del General Velasco había dispuesto que todas
las empresas peruanas tuvieran la Unidad de Capacitación por
medio de la cual, deberían preparar a sus trabajadores.
Ley que me permitió recibir de parte de mi empleador:
"Compañía de Aviación "Faucett" S.A." la capacitación debida,
en IPAE, en donde la empresa me pagó un curso por su cuenta:
"Curso Integral de Logística", cuando trabajaba en el Almacén
de dicha Compañía.
No era una dádiva, era un derecho que me asistía de
acuerdo a Ley.
Además el Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada
del General Juan Velasco Alvarado, quiso cambiar la Educacíón
haciéndola más competitiva, al pretender que los alumnos
salieran de la Secundaria con una profesión de mando medio,
importante cambio que fue bloqueado por las madres y padres
de familia de aquella época, que no querían que sus hijitos se
contaminen con los "oficios vulgares" cuando ellos tenían que
ser "Ingenieros" y al final terminaron siendo "chefs" o para
decirlo en las palabras de nuestro mejor chef, "cocineros",
como él mismo se califica.
Al más puro estilo de doña Florinda, diríamos que las
madres de aquella época habrían dicho:
"Vámonos hijo, no te juntes con esta chusma"...
Sin embargo, los jóvenes de 18 a 24 años, sin que nadie
los azuce, ni les lave el cerebro, no quieren ser ciudadanos de
segunda categoría y ya le dijeron su vida a un Congresista
representante de la clase dirigente que nos gobierna y se
aprestan a hacer un mitin de protesta próximamente.
Lamentablemente el Presidente de la República, cree
que está haciendo muy bien y no sabe que está cayendo en la
más grande servidumbre a los grupos de poder que quieren
producir esclavos y no ciudadanos de primera categoría.
Gente pensante y libre que no sea presionada ni perturbada
por unos míseros soles ni por el poder económico.
Esperemos que don Ollanta Humala reflexione y derogue
esta disposición que no va de acuerdo con sus promesas de
campaña y la protección a los más pobres del país, protección
que no sólo abarca el tener un trabajo, sino el tenerlo en las
mejores condiciones, con todos los beneficios sociales y no
un trabajo de vulgar explotación.
Cuando lo eligieron, fue precisamente porque creyeron
haber optado por una persona que iba a defender sus derechos
y no que iba a ser convencido por los grupos más cavernarios
y ultraderechistas que no quieren el progreso ni la dignidad de
la Nación y sus ciudadanos.
En ningún lugar del mundo se ha visto que los propietarios
de los medios de producción quieran compartir su riqueza
con los más necesitados, ni dar trabajo sin llevarse la mejor
tajada, por eso es que los Estados tienen Sindicatos, que son
las entidades que protegen a los ciudadanos de los abusos y
falta de solidaridad de los empresarios o dueños.
En Estados Unidos, que es el país al cual se pone como
paradigma, existen los Sindicatos y en Inglaterra, Francia o
Italia.
Por esa razón es que los trabajadores peruanos cuando
no los quieren contratar, porque las exigencias del
empresariado tradicional, ese que nunca cambia y está gozando
con esta malhadada ley de la promoción del trabajo juvenil,
siempre son leoninas, ellos inventan su trabajo y se convierten
en pequeños empresarios productores de la riqueza de la que
hoy están aprovechando quienes nunca antes se preocuparon
por el Perú.
San Borja, 17 de diciembre del 2014.
EMILIO ULISES ROBLES HORA.
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