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Cuando vivíamos en Trujillo y yo era un niño; mi padre se dio cuenta que me encantaba el Cine. Yo había estado durante la fase de prueba del Cine Trujillo, situado al frente de mi casa en el Barrio Fiscal # 2 y me había gustado tanto que me quedé más del tiempo estimado y tuvieron que ir a sacarme del cine.
Entonces mi padre optó por darme mi propina: 5 soles para que vaya al cine solo y me iba regularmente, todos los domingos a ver mi película favorita; muchas de ellas protagonizadas por artistas populares como Alan Ladd, Audie Murphy, Dan Duryea, Shelley Winters, Ann Blyth, Arlene Dahl, Deborah Kerr, Robert Taylor, Tony Curtis, Piper Laurie; etc.
Acudía al cine bajo la advertencia suprema y sabia de mi padre:
"No te olvides que lo que estás viendo es un trapo"
Al fin y al cabo, el écran no era ni más ni menos que un trapo y no había que tomarle la intención a lo que representaban los artistas, que solo era una ficción.
Pero eran cines que no afectaban para nada la vida cotidiana de los espectadores. Las salas de proyección eran seguras, no tenían tanto aforo; además, no estaban situadas en edificios y más bien se construían edificios especiales para las películas, que sí eran verdaderamente interesantes.
Con el tiempo, y el fallecimiento de las grandes estrellas de Hollywood, personas irreemplazables como Charlton Heston, John Wayne, Natalie Wood, Deborah Kerr y tantas otras luminarias del cine, empezaron en el mundo entero a hacer películas de pacotilla, que hizo ausentarse al gran público de las salas de exhibición y no por el terrorismo, ni los movimientos sísmicos o los incendios. Siempre los hubo y la gente continuaba yendo al cine; sino, principalmente por el decaimiento en la producción de películas.
Hubo un abuso de parte de los productores y directores quienes filmaban mamarrachos que la gente no quería sostener con su asistencia a las salas cinematográficas y ello, unido a la aparición de la televisión y los vídeos, ocasionó la quiebra y decadencia del cine tradicional.
La gente prefirió quedarse en casa y ver lo que le agradaba sin tener que desplazarse, ni sufrir incomodidades...Era proverbial anteriormente, en los estrenos, que se acabaran las entradas, apareciendo los revendedores y muchas veces uno tenía que regresarse a casa sin ver nada.
Cuando en Lima ocurrieron los terremotos de setiembre de 1966; octubre de 1970 y del mismo mes en 1974, mucha gente dejó de asistir al Cine por temor de estar en circunstancias aterradoras dentro de esos lugares.
Posteriormente se crearon los multicines; nueva propuesta en donde se agrupaban desde 2 al principio; luego 3; hasta llegar a la aterradora agrupación de 10 cines en lugares muy estrechos donde no debiera existir nada más que UN SOLO CINE.
Pero la gente aceptó esta nueva propuesta porque le daba la opción de escoger entre dos o más películas. Lo cierto es que esas películas eran y son tan malas, que es preferible quedarse en casa a sintonizar la radio, porque la televisión también pasa mamarrachos, estupideces como los realities en donde hacen calatear a gente bonita (hombres y mujeres) para concursar por premios que nunca se ven, haciendo tonterías como dar vueltas a una tuerca alrededor de un tornillo; matizados con "divertidos" tortazos en la cara o duchas inesperadas o en última instancia, talco y pica pica, como si fuera carnavales cuando el "concursante" no sabe preguntas tan simples como "de qué color era el caballo blanco de Bolívar".
Ahora con el fallecimiento de más de 4 personas y algunos heridos, en el reciente incidente ocurrido en "Larcomar" en la cadena de cines "UVK", la gente ha puesto las barbas en remojo y lo pensará varias veces antes de exponerse a perder la vida en lugares en donde no se ha previsto la ALTA PELIGROSIDAD DE ACUMULAR CINES EN ESPACIOS PEQUEÑOS Y CERRADOS, COMO SON LOS MULTICINES, QUE DEBERÍAN ESTAR PROHIBÍDOS O RESTRINGIDOS, DE TAL MANERA QUE NO EXCEDAN DE DOS SALAS POR LUGAR DE EXHIBICIÓN...
Y a todo esto: ¿Qué dice Defensa Civil? ¿Inspeccionará nuevamente todos los locales de multicines, clausurando los que infrinjan la seguridad o atenten contra ella.
O se esperará una nueva catástrofe como la ocurrida en la discoteca "Utopía" en la cual fallecieron jóvenes asistentes a una fiesta y donde no se previó para nada la seguridad de los mismos.
Los multicines son altamente peligrosos y las autoridades tienen que ponerse las pilas, antes de que vuelva a ocurrir algún incidente con la lamentable pérdida de vidas humanas.
Yo estaba esperando la avant premiere de la película "Atahualpa, la caída del Imperio Inca" pero en vista de los acontecimientos de "Larcomar", donde probablemente se hubiera hecho, prefiero que sea en plena Plaza de Armas como alguien lo está proponiendo, alguien a quien algunos ya calificaban como que está un poco: "Coca-Cola" o "locatelli".

San Borja, 16 de noviembre del 2016.


EMILIO ULISES ROBLES HORA