De mi Poemario: "La Sirena de Plata"
Primera Edición: Agosto de 1,998.
Cuando una noche de insomnio
me llevara hacia la playa
caminando en las orillas
encontrábame disperso
confundido, anonadado,
reclamando a las estrellas
mi soledad no buscada,
mis infortunios fallidos
el alegrarme en tristeza
el entristecerme alegre...
El estar en este mundo
sin estar en ningún sitio.
Y al creer que me aturdía
huyéndome la cordura;
una ola gigantesca
en borbotones de espuma
irrumpió con sortilegio
apareciendo en la arena
una figura plateada...
Sorprendido del hallazgo
me pareció ver a un pez,
mas cuando yo me acerqué
encontréme una Sirena...
...Una Sirena de Plata...
Su belleza era suprema;
de cabellos ondulados,
de colores tornasoles.
Su rostro de perfecciones
de simetría ovalada.
Unas manos delicadas
con dedos largos y finos;
sus senos, cual una diosa.
Del ombligo para abajo
lo que parecía escamas
era en verdad algo frágil
como un vientre de paloma.
Cuando quise presentarme
escuchóse unos sonidos:
música del paraíso,
sinfonía celestial;
telepatía en su voz.
Quedé flechado al instante...
Sus labios provocativos
se estrecharon con los míos
y en un abrazo febril
quería fundirme en ella,
disfrutando aquel momento
sin permitirle volver.
Al fin llegué a comprender
que el placer es pasajero
y por más que prolonguemos
la dicha en tiempo terreno
al final se nos acaba
lo que parecía eterno.
Así aquella sirena
nuevamente me envolvió
con su hipnótica canción
y cuando le pedí quedarse...
Otra inesperada ola
acabó mi ensoñación.
EMILIO ULISES ROBLES HORA
"LA SIRENA DE PLATA"
Primera Edición: Agosto de 1,998
Copyright by: Emilio Ulises Robles Hora.
Primera Edición: Agosto de 1,998.
Cuando una noche de insomnio
me llevara hacia la playa
caminando en las orillas
encontrábame disperso
confundido, anonadado,
reclamando a las estrellas
mi soledad no buscada,
mis infortunios fallidos
el alegrarme en tristeza
el entristecerme alegre...
El estar en este mundo
sin estar en ningún sitio.
Y al creer que me aturdía
huyéndome la cordura;
una ola gigantesca
en borbotones de espuma
irrumpió con sortilegio
apareciendo en la arena
una figura plateada...
Sorprendido del hallazgo
me pareció ver a un pez,
mas cuando yo me acerqué
encontréme una Sirena...
...Una Sirena de Plata...
Su belleza era suprema;
de cabellos ondulados,
de colores tornasoles.
Su rostro de perfecciones
de simetría ovalada.
Unas manos delicadas
con dedos largos y finos;
sus senos, cual una diosa.
Del ombligo para abajo
lo que parecía escamas
era en verdad algo frágil
como un vientre de paloma.
Cuando quise presentarme
escuchóse unos sonidos:
música del paraíso,
sinfonía celestial;
telepatía en su voz.
Quedé flechado al instante...
Sus labios provocativos
se estrecharon con los míos
y en un abrazo febril
quería fundirme en ella,
disfrutando aquel momento
sin permitirle volver.
Al fin llegué a comprender
que el placer es pasajero
y por más que prolonguemos
la dicha en tiempo terreno
al final se nos acaba
lo que parecía eterno.
Así aquella sirena
nuevamente me envolvió
con su hipnótica canción
y cuando le pedí quedarse...
Otra inesperada ola
acabó mi ensoñación.
EMILIO ULISES ROBLES HORA
"LA SIRENA DE PLATA"
Primera Edición: Agosto de 1,998
Copyright by: Emilio Ulises Robles Hora.
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