miércoles, 17 de agosto de 2011

LOS "ANTIGUOS" Y LOS APARATOS MODERNOS.


LOS ANTIGUOS Y LOS APARATOS MODERNOS.

No me explico por qué a muchas personas de mi generación y a los más antiguos, les causa fastidio todo lo que es el avance moderno de la ciencia y la tecnología.
No soportan por ejemplo, la computación, el Internet, ni los artefactos eléctricos inteligentes. Ni siquiera se toman el trabajo de aprender a usarlos. Conozco a personas que en esta era de las calculadoras suman, restan y multiplican con su lápiz...
Recuerdo cuando era niño y vivíamos en Trujillo, mi padre pidió en demostración una radio (un receptor) y él, cómo los viejos de antes, no permitían que sus hijos o los menores, tocaran ningún nuevo artefacto hasta que ellos mismos aprendieran a usarlos (las instrucciones eran simples y no había tanto comando a ser accionado).
Es así que mi padre estaba sintonizando la onda corta y mientras se fue al baño, yo moví uno de los botones y logré dar con una emisora de Lima que estaba pasando el programa: "Escuelita Nocturna" que fue una predecesora radial de "El Chavo del Ocho". Cuando regresó, se encontró con la grata nueva. Lo que no había logrado él, lo hizo su hijo de siete años. Todos escuchamos el programa y nos reímos mucho porque era una parodia de una escuela en donde los adultos, se sentían niños y actuaban como niños, ahí estaban: "Pachitea", la señorita "Vampi" el profesor, y otros personajes.
Lo que sucedía en la década del 50, no se volvió a repetir en la década del 80, cuando aparecieron los V.H.S., primero y los D.V.D. después, pero el colmo llegó con las computadoras o PC y peor aún con las LAP TOPS, todas con una serie de comandos e instrucciones dificilísimas para la gente mayor...
Casi todos los antiguos, no saben utilizarlas bien y si Ud. va a la casa de alguien de avanzada edad o de edad madura y le pide que le encienda uno de esos dichosos aparatos, lo primero que le dirá es: - Que venga Juancito porque yo no sé manejarlo. O como me escribió un amigo de mi promoción: -Yo no sé bien eso del Facebook, con las justas sé escribir un correo o e'mail.
¿Por qué han abdicado la mayoría de adultos, a su derecho de aprender los avances de la tecnología? ¿Es acaso tan complicado saber manejar un V.H.S., un D.V.D., una P.C., una LAP-TOP, un IPOD, un MP3, un MP4 o un BLACKBERRY?
Yo por ejemplo, cuando he tenido un V.H.S. o algún artefacto de uso moderno, no he leído el manual de instrucciones, pero he presionado todos los botones hasta dar con la función que cumplen. He tratado de combinar todas las posibilidades y he ido a todos los programas para descubrir algunas de las utilidades del dichoso aparato.  Sospecho que algunos de mis lectores que han tenido en sus manos un V.H.S. no han utilizado todas las funciones del mismo, como grabar sus programas favoritos, mientras no estaban en casa o veían un programa diferente. Yo sí lo hice y pude espectar mis programas favoritos grabados mientras estaba fuera y el televisor permanecía en stand-by.
Es una lástima que se cambie de una tecnología a otra tan rápidamente, porque significa gastos adicionales a los usuarios, quienes no desean quedarse rezagados y al final terminan desvalorizando sus adquisiciones. Los artefactos eléctricos, como los celulares, devienen en obsoletos de un mes a otro.
Según he tenido conocimiento en Estados Unidos y en otras naciones existe la onda retro, que consiste en regresar a los artefactos antiguos, como los tocadiscos y otros aparatos que ya no se usan actualmente.
Ahora voy de un celular a otro que no conozco y sin leer manuales, trato de adivinar las funciones que son parecidas, aunque en estos momentos desconozca el último que tengo, pero ya lo averiguaré...
Si uno no sabe que es un Ipod o un Módem puede preguntar a Google, que es un buscador eficiente y tiene muchas respuestas. Se enterará que un IPOD es un reproductor de música digital con pantalla a color y disco duro y un MÓDEM, es un aparato que permite a un ordenador (computadora) enviar y recibir información por la vía telefónica.
La idea que tenía la gente antigua de que un artefacto se podía malograr si no lo manejaba alguien que supiera hacerlo, es una idea muy generalizada y desfasada de la realidad. Hasta la fecha paraliza a muchas personas que se abstienen de aprender a usar un artefacto moderno con el temor de que no les echen la culpa si se malogra, aún siendo ellos los mismos dueños.
Yo les digo: MALOGREN LOS ARTEFACTOS. LOS APARATOS ELECTRÓNICOS Y TODAS LAS CHUCHERÍAS QUE AHORA NOS INVADEN, SE HAN HECHO PARA QUE SE MALOGREN, AÚN SIN USARLAS.
LO QUE NO DEBEN HACER ES RENUNCIAR AL SAGRADO DERECHO DE APRENDER A UTILIZAR LOS NUEVOS INVENTOS DE LA TECNOLOGÍA ACTUAL.
SI SE MALOGRA ALGO, SE MANDA A COMPONER O SINO, SE BOTA...
Yo prefiero botar las cosas inservibles o vendérselas al ropavejero, como las dos máquinas de escribir con cassette de cinta que me obsequiaron unos "amigos" y que no se podían utilizar porque los cassettes estaban descontinuados. Se los vendí a un ropavejero a diez soles cada una, porque las personas que regalan algo, deben obsequiar cosas buenas que sirvan y no cachivaches que no sirven y que más bien ocupan un lugar en la casa y al final se convierten en basura.
Sobre esto ya escribí anteriormente un artículo que titulé: "La producción chatarra" que es aquella producción por medio de la cual se fabrica artefactos que al poco tiempo ya no sirven. Como los celulares que van cambiando de un año al otro, o los reproductores de música que hasta hace muy poco reproducían CDs. y ahora tienen memoria y son cada vez más pequeños.
La empleada doméstica de mi hermana se compró un celular que toma fotografías y gastó 300 soles. ¡Qué pena, ahora valen 80 soles y dentro de unos años o meses, se lo obsequiarán por la compra de un ventilador!
Lo que hacen las grandes transnacionales de estos artefactos, es algo parecido a vender "espejitos a las tribus del sur".
Bueno, pero cada uno quiere tener lo último de la moda...
Hoy mismo acompañé a un joven a una tienda chilena para que vea unas zapatillas que costaban la friolera de 300 nuevos soles (alrededor de 100 dólares americanos), cuando mis zapatos más caros me cuestan 100 nuevos soles (la tercera parte) y antes me iba a la Avenida Grau y me compraba zapatos por 40 nuevos soles, sólo que ahora no los venden de mi talla. Parece que con el encarecimiento de los alimentos, a los peruanos se les ha reducido la talla de los zapatos...
Recuerdo cuando estaba joven y trabajaba en una Municipalidad, yo también me compraba objetos caros y mi Jefe me preguntaba: ¿Cuánto te han costado esos zapatos? Yo le respondía: 200 soles y él replicaba: ¿Por qué pagas tanto, si estos zapatos me han costado 30 soles? Eran de la marca Teddy con planta de jebe simple, un calzado barato que ningún joven se hubiera puesto.
Aunque ahora sucede que las imitaciones que hacemos acá son tan buenas y hasta mejores que aquellas llamadas "de marca".
Los chinos que empezaron copiando todo y probablemente pirateando todo, ahora venden los zapatos y pantalones más baratos del mundo y también los artefactos eléctricos de más bajo precio y nadie puede competir con ellos. Ahí no había aquello del decomiso o la incineración de los objetos pirateados, sino tal vez un asesoramiento para que el falsificador se legalice.
No estoy recomendando la piratería, sino que se aproveche esa gran creatividad de los que la ejercen...
Acaso no hemos visto películas americanas donde los falsificadores eran contratados posteriormente para detectar procesos fraudulentos y cómo aquí, quienes hackearon a los chilenos, en lugar de darles trabajo, fueron aprovechados por el gobierno venezolano quien los ha contratado ventajosamente y nosotros dejamos escapar tan prometedores talentos.
Y acaso los chilenos descaradamente no se apropian de todas nuestras creaciones como el pisco, el suspiro a la limeña y otros (me cuentan que también los chilenos venden retablos ayacuchanos y toritos de pucará, auténticamente "chilenos") y a la entidad encargada de velar por nuestras propiedades intelectuales y naturales, a INDECOPI, se le pasea el alma.
Pero regresando al tema, nosotros, quienes pasamos de los sesenta y aún aquellos que están por los cincuenta, deberíamos de preocuparnos por entender los últimos descubrimientos de la ciencia y la tecnología y si tenemos la suerte de ser propietarios de algunos artefactos modernos, debemos aprender a manejarlos sin temor a que se malogren y sin esperar a que nuestros nietos o sobrinos vengan a suplir nuestra rendición mental ante el progreso.
Muchas personas tienen complejo de culpa en utilizar sus propios artefactos y piensan como niños que tal vez les van a llamar la atención si los malogran. Yo les digo, úsenlos, presionen todos los botones, si se malogran, no importa, los botan o se compran otros, pero no se priven de utilizarlos y disfrutar de sus propiedades.

San Borja, 7 de julio del 2,008.
Corregido y aumentado el
17 de agosto del 2,011.

EMILIO ULISES ROBLES HORA.

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