Resulta increíble imaginarse que uno a los 17 años de edad haya podido estar, como yo, frente a frente al hombre que sería a los pocos meses, el más poderoso del país...
Efectivamente yo estaba en el segundo piso del partido Acción Popular y no había nadie, cuando salió Fernando Belaúnde Terry de una habitación en cuyo frontis, decía: Jefatura del Partido...
Mientras yo lo observaba con mi cara de joven incrédulo, el Arquitecto parecía estar en otro planeta, es decir, estaba como pensando... Yo no sabía qué decirle. No sé si sorprendido por su repentina aparición, no atiné ni a saludarlo, hasta que regresó al lugar de donde había salido...
Un tiempo después, juraba ante el Congreso como Presidente de la República Peruana. Bueno, estar a dos metros de distancia antes de que fuera elegido, fue poco. Cuando triunfó, me acerqué a su casa y lo abracé para felicitarlo por su triunfo. Ahí sí le dije: Felicitaciones Arquitecto y él, me respondió: Muchas gracias...
El arquitecto que fue uno de los mejores presidentes que tuvo el Perú, diría el último gran Presidente, porque a los otros los he ido conociendo de vista y tuve la ocasión de abrazar también a don Alejandro Toledo, en ejercicio de la Presidencia de la República, con motivo de la promulgación de la Ley del Artista.
Los sucesores de don Fernando, todos ellos muy respetables, pero han de reconocer que don Fernando los aventajaba no sólo en oratoria, sino en el perfecto dominio del castellano. No decía como Fujimori: Querido pueblo perguano*, ni como Toledo: hay escaseces**... Aunque Alan dominaba un poco más el castellano, en más de una oportunidad le encontré algunos errores, no tan garrafales como los anotados, pero igual, eran errores.
Además, Belaúnde no sólo hablaba bien el idioma castellano, sino también tenía una gran memoria, como que podía sostener un discurso durante dos horas o más, sin ayuda escrita. Por eso, se estableció en la Constitución, que el Discurso del Primer Mandatario del 28 de Julio debería ser leído por el mismo Presidente.
Y además era mucho más carismático que todos ellos. Sus discursos eran poéticos, aunque a veces se excedía en sus promesas o dichos...
Recuerdo que un tiempo antes de asumir la presidencia y cuando ya era mandatario electo, dijo ante un grupo, en el cual me encontraba: "Porque este 28 de Julio, la capital del Perú, no será Lima, el 28 de Julio, la capital del Perú, será el Cusco"... Ante la algarabía y los aplausos del público, aunque la verdad es que eso no iba a ser de ninguna manera durante su mandato... Los cusqueños, tal vez dirán una vez lo fue y podrá serlo en alguna otra oportunidad y todo puede suceder...
Él se preocupó por articular al Perú con las carreteras de penetración, y sobre todo con su obra principal: la carretera que él llamó: "La marginal de la Selva", hoy con justicia llamada: Carretera Fernando Belaúnde Terry; fue a la que le dio la preferencia a pesar de los consejos en contrario que le daban sus asesores. Yo recuerdo cuando fui por primera vez a la selva peruana en 1973 y vi desde el avión, la carretera que unía pueblos desunidos por los siglos, me emocioné al saber que había sido partidario del visionario Presidente...
Tan apartada y lejana estaba la Selva Peruana que a nosotros nos enseñaban en el Colegio: ¿Cómo es el clima de la Montaña? (La Montaña se le decía antes a la Selva).
Y nosotros teníamos que repetir como en el catecismo: "el clima de la Montaña (Selva) es cálido. húmedo y malsano" esto último quería decir que no era recomendable para ser habitado...
Había una canción también que decía: " Que triste, que triste la vida en la montaña.
Sin luz en la cabaña, sin nadie a quien amar"...
Sin luz en la cabaña, sin nadie a quien amar"...
Hoy la pujante Montaña como le llamaban o Selva o Amazonía como también se le conoce, tiene de todo, Hoteles de lujo, aire acondicionado, etc. Y sobre todo una gran población, no sólo indígena (los cuales están completamente civilizados y se visten de "Boras", para sorprender a chilenos crédulos y otros, cuando en realidad tienen 5to. de Secundaria y manejan modernas motocicletas), sino también inmigrantes de la Costa y de países europeos.
Y ese lugar abandonado durante años por los diversos gobiernos que se sucedían, cobró protagonismo cuando Belaúnde dio leyes de exoneración tributaria para esa zona y además los exoneró de impuestos para la compra de alimentos y hasta de artefactos eléctricos, como televisores y otros...
No era raro ver a la gente ir a la Selva para comprarse su televisor más barato que en la Costa y en la Sierra.
Gracias a Belaúnde no sólo se desarrolló esa zona muy querida para nosotros los que habitamos la Costa, sino que se pobló y ahora cuando hacen sus mítines hay miles de habitantes que viven bajo el calor de ese lugar (que no es necesariamente malsano, sino que no lo pueda tolerar mucho, quien no está acostumbrado a climas muy cálidos), ciertamente menor que en Piura, al norte del País.
Belaúnde ademàs sabía lo que pasaba en el más pequeño villorrio del país, porque lo había recorrido y exigía de sus funcionarios que le dieran el más mínimo detalle del avance de las obras.
Era el arquitecto del nuevo Perú y mucha gente no fue su partidaria, yo lo fui y pertenecí a su partido al cual recientemente he renunciado, pero sigo admirando al mejor Presidente del siglo pasado: Fernando Belaúnde Terry.
La Molina, 30 de agosto del 2012.
EMILIO ULISES ROBLES HORA.
* debe decirse: peruano.
** debe decirse, en todos los casos: escasez.
** debe decirse, en todos los casos: escasez.
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