domingo, 7 de octubre de 2012

LA ANTIPROPAGANDA, TAMBIÉN ES PROPAGANDA.

Los mejores propagandistas de Hitler son los judíos.

 Voy al cine desde los 7 años. Mis padres me daban mi propina
 para  que fuera a ver películas, solo, al Cine que quedaba
 al frente de mi casa,  el Cine Trujillo en esa ciudad norteña del país.

    Desde esa fecha he visto infinidad de películas sobre la segunda guerra mundial; en todas ellas se presentan a  los alemanes como criminales de guerra natos y además tontos.  Recuerdo una película en la que un solo combatiente americano atraviesa las líneas enemigas fácilmente, bombardea todo el cuartel enemigo alemán y al final se roba un tanque...

    Claro que los americanos son especialistas en este tipo de películas en las que "Rambo" y otros personajes, son ellos solos, más que todo un ejército. Aunque en las películas de nazis, siempre se trató de ridiculizar, no sólo a este grupo, que al fin y al cabo fue un partido y no una nación, sino, entre líneas al pueblo alemán.

    Lo mismo ocurría con los japoneses: eran presentados
 como si fueran  ignorantes, testarudos y un poco desquiciados.

    Al cabo de ver tantas películas monotemáticas,
 cualquier cinéfilo  se termina por aburrir o por pedir lo contrario:
 alguna película en la  que ganen los alemanes o los japoneses.

   Con el tiempo el cine americano trató de hacer versiones menos apasionadas y se dejó de presentar a los superhéroes, para resaltar el valor del enemigo.

   Aunque uno se preguntaba: ¿Quiénes son los capitalistas que estaban detrás de estas grandes producciones? Y al final se llegaba a una sola conclusión: los capitalistas judíos.

    Luego en la televisión igualmente saturan los canales de cable con su propaganda anti-nazi, no dándose cuenta que la anti-propaganda o la propaganda en contra, también es una propaganda a favor.

   Tanto es así que un cómico peruano: "Melcochita" cuando quiere decir que vayan a un sitio, dice:

   -¡No vayan!

 Porque a la gente le gusta dar la contra o porque tal vez la gente no cree en la propaganda a favor.

  Por lo tanto, los mejores propagandistas de los nazis y de Hitler, son los judíos.

  Y además siempre me pregunté: ¿Por qué los judíos nos hacen sentir su guerra como la nuestra?

¿ Acaso no ha habido guerras de exterminio de pueblos y masacres sin fin en la historia de la humanidad?

 ¿No ha habido en la historia, pueblos enteros
 sacrificados, esclavizados,  martirizados y nadie ha hecho
 sufrir sus propias guerras a otros pueblos?

   Yo no creo ni en el nazismo, ni en el sionismo. Creo que la humanidad debe dejarse de odios y de venganzas y tratar siempre de ser más solidarios y más generosos en vez de egoístas y rencorosos.

   Algún primo mío me dijo:

- Lo que pasa es que tú todavía eres cristiano.

   Y  así ha sido y lo seguiré siendo, gracias a mi educación salesiana.

   La Molina, 7 de octubre del 2012.

EMILIO ULISES ROBLES HORA.

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