ASESOR DE VARIOS MINISTROS DE ECONOMÍA, GERENTE DE ESTUDIOS ECONÓMICOS DE LA SOCIEDAD NACIONAL DE PESQUERÍA, VICE-PRESIDENTE DEL INSTITUTO DEL MAR Y SOBRE TODO, MI PRIMO HERMANO, UNO DE LOS MÁS QUERIDOS POR EL AUTOR DEL BLOG.
PágS. 126-127.*
¡Este país se va a la mierda! ¿Cómo se les ocurre dar semejantes medidas económicas? Ahora sí que nos vamos a la mierda. Ya nos jodimos. Abel había leído insensible sus medidas. Qué cojudos. Estos no saben lo que les espera. No saben lo que hacen. El país se jodió. Nunca al día siguiente hubo tal caída, tal retroceso de tantos años: se retrocedió como cuarenta años. El costo político fue tremendo. El partido dejó de ser el partido del pueblo de la noche a la mañana, por radicalizar las medidas con el shock que tanto reclamaba la derecha que nunca debió darse. Todo parecía lo más caótico imaginable: los precios de agosto fueron dados adelantados a noviembre y la mayoría los pusieron dos, tres y cuatro veces más altos. Fue increíble. Probablemente ahora la gente se moriría más rápido por no tener dinero para comprar medicinas que costaban
tres o cuatro veces más de un día para otro. O simplemente regresaron al té con pan duro o nicovita y algo más. Se perdió en un día todo lo obtenido en los dos últimos años, sin remedio. En la semana siguiente, la derecha se lavó las manos aclarando que no había cómo no dar esas medidas, pero que estaba mal tal o cual cosa. ¡Gran putas insensibles, cómplices irresponsables, cínicos! El golpe de estado rondó por la cabeza de todos. El presidente se ocultó cuatro semanas. ¿Se habrá dado cuenta de su error? Creo que jamás reconocerán sus errores. A eso llaman política. Lo que pasa es que en el país no hay madurez cívica ni política. No hay condiciones mínimas para la democracia por no haber autoridad, porque hay un libertinaje desmesurado y la falta de veracidad es usada tanto para ocultar vicios y delitos, como para alimentar denuncias y escándalos públicos que no existen sino en las cabezas de quienes quieren vender más periódicos. El invento y la falsedad periodística es un escándalo mayúsculo sin sanción. Pero la incapacidad y la escasa moral pública es un gran depredador. ¿Hasta cuándo aguantará el país? ¿Hasta cuándo los mejores candidatos que son los peores gobernantes dejarán libre a mi patria? ¡Dios mío! ¿Cuándo será el fin de la demagogia? Mientras tanto el país se desangra y crece el terrorismo urbano y rural. Pocos saben que la democracia sólo sirve para elegir pero no para gobernar, por lo menos acá y ahora. La libertad
sin autoridad y con injusticia es un caos y para eso no se ha hecho la democracia mas, los militares no deben pasar: son torpes, abusivos y nadie los quiere y empiezan negando la libertad por una supuesta autoridad. ¿Qué hacer?. Faustino creía que mientras el país sea un pueblo de náufragos los demagogos van a gobernar. Los náufragos son aquellos que no saben distinguir entre la verdad y la mentira, que su criterio es mínimo porque tienen siglos de envilecimiento y perdieronsu dignidad. ¿Será esa la verdad? Qué bello cuento es aquel de qué bella gente es "mi gente". Mientras no sepamos ver la verdad de nosotros mismos; mientras vivamos inmersos en las mentiras de todo, de que somos ricos, de que somos buenos, de que los otros tiene la culpa; mientras no demos la cara a la verdad; mientras no se ponga rojo el rostro de vergüenza, mientras sólo tengamos la mano lista pra pedir o para acusar y los dientes del serrucho listos para serruchar todos los pisos del mundo; mientras nos falte ese poquito de amor propio que hace más digna a las gentes, seguiremos así, como la última rueda del coche. A mí tampoco que me cuenten cuentos: somos lo que permitimos ser, lo que toleramos, aceptamos y no tenemos el valor de cambiar o no permitirlo. Hermano; a quien amo, qué difícil es vivir en este pueblo que queremos y no hemos elegido. Hasta cuándo dale que dale para cambiar las cosas. ¡Hasta cuándo goteará el agua al cántaro sin derramarlo!
Ayer fue un día triste. Hoy es otro día.
ULISES ROBLES FREYRE
EXTRAÍDO DE SU OBRA
"CACTUS"
* El Gobierno al cual se refiere este párrafo, es el primer Gobierno de Alan García
(de la hiperinflación) y su Ministro de Economía que dio el paquetazo fue Abel Salinas.
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