sábado, 15 de septiembre de 2012

EL SÉPTIMO: NO ROBAR.

Ahora último que aparentemente es tan fácil y sobre todo tan impune, el robar; la gente de escaso nivel moral o intelectual (aunque los de mayor nivel, roban más) se dedican a despojar a los demás, no sólo de dinero, sino de cosas tan insignificantes, como un celular, zapatillas y hasta gorros para protegerse del sol.

Yo he evitado por lo menos unas dos veces, que les roben sus celulares a algunas personas. 
 La primera, al avisarle con anticipación, al incauto que despreocupadamente hablaba por su celular en un microbús, con la ventana abierta y al observar a un individuo con clara intención de robarle, le pasé la voz a la posible víctima:

¡Cuidado que le van a robar el celular!

 Felizmente me hizo caso y cerró la ventana, poniendo a buen recaudo su artefacto.

Y la segunda, cuando una señora dentro de un microbús, acusó a un pasajero de haberle robado su celular.

 Le pedí a la señora que me diera el número para llamarla y cuando empezó a timbrar, apareció misteriosamente en el suelo, cerca de donde estaba el acusado.  El individuo al verse acorralado, bajó del microbús, ante las protestas indignadas de los demás pasajeros.

A mí también trataron de robarme mi celular.  Estaba en plena Av. Tacna (en el centro histórico de Lima) a las 9.00 de la noche.

 Por casualidad me puse a hablar por el bendito artefacto, cuando aparecieron repentinamente tres "pirañitas" (delincuentes juveniles) Uno de ellos, de un certero golpe en mi brazo, hizo que se cayera al suelo el celular.

Yo pegué un grito de terror.  Algo así como un ¡AHHHHH!, que los atacantes interpretaron como un grito de combate de un karateca y huyeron despavoridos...

Recogí mi celular y me retiré divertido y riendo de la ocurrencia...

En cuanto a los robos consuetudinarios, el asunto es más peliagudo de lo que parece, a tal punto que una vez, "Pilatos", un delincuente que tomó la prisión de "El Sexto" envió su mensaje a  la nación en todos los canales de televisión, transmisores de aquellos acontecimientos.

 "Pilatos" dijo: "Si hasta los ministros roban"....

En otras palabras: -¡Qué hablan de honradez los políticos, si ellos son más rateros que nosotros!

 "Pilatos" y casi todos los amotinados, murieron en el asalto posterior de las fuerzas del orden...

Las leyes peruanas son tan permisivas con los delincuentes, que además de tener condenas máximas de 35 años, no acumulativas con otras sentencias, las cuales nunca se aplican, los reos gozan de una serie de beneficios penitenciarios, como el 2 x 1 y otras gollerías que les permiten entrar y salir de las cárceles en corto tiempo, como si estuvieran haciendo uso de un hotel...

Y los políticos gozan además de las "Clínicas Privadas", de la "pena no efectiva", la "prescriptibilidad" y otras exoneraciones, como "la libertad vigilada", el "no pago de las indemnizaciones" a favor del  Estado y los "Indultos humanitarios" que no son ni más ni menos que formas de burlar la ley, como se comprobó en un indulto anulado por el propio Presidente que lo otorgó...

En esas circunstancias, no es raro que en Juliaca, Puno y otras localidades andinas, tomen sus propias medidas de justicia que van desde calatear a los delincuentes, pegarles hasta dejarlos moribundos y en última instancia, quemarlos vivos.

Nadie está a favor de esta justicia popular que nos parece primitiva y horrenda, pero, los congresistas o "padres de la patria", deberían dejarse de "comer pollos u oro" o aumentarse los sueldos a cada rato, sin pagar impuestos y en cambio, modificar las leyes penales para hacerlas más severas, sobre todo evitando la prescriptibilidad en casos de corrupción.


La Molina, 15 de enero del 2012.

EMILIO ULISES ROBLES HORA.

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