Los niños suelen decir: estoy aburrido y tienen: nintendo, televisión, radio, juegos a control remoto, etc. Y cuando son jóvenes se quejan de que nadie los comprende, que no tienen verdaderos amigos, que se encuentran muy solos, que están tristes, que sufren de stress...
Siempre hubo en la humanidad quienes se dejaban abatir por las vicisitudes de la vida y que perdían el interés o la alegría de vivir. Siempre existió la melancolía y la tristeza...
Amigos verdaderos y aquellos que solamente nos hacían pasar malos momentos...
Recientemente leí que un joven se había matado porque sus compañeros gozaban poniéndole
chapas o apodos, debido a la prominencia de su mentón.
Y cuando yo vivía en San Miguel, un niño se me acercaba para comunicarme angustiado, que su primo solía ponerle apodos en connivencia con sus demás familiares. Él me preguntó un día, completamente ansioso: ¿Y las chapas ..? Como diciéndome, qué hago con mi primo que me fastidia todo el día y yo le dije: -Bueno, trata de tomarlas con buen humor o devolverle el apodo.
Porque no vas a cambiar el mundo, siempre existirá gente que gozará poniendo en ridículo a los demás y como decía la ley del talión: "ojo por ojo, diente por diente" O sino, ríete con ellos, así le quitarás fuerza al apodo...
Yo recuerdo como en una oportunidad, cuando estábamos en plena formación, uno de nuestros amigos le quería pegar a otro, que parecía más débil y los demás salimos en defensa del agredido. Cuando se le preguntó al agresor: ¿Por qué le pegaba?, respondió: -Porque me puso una chapa. Para todo el mundo resultó una insignificancia y que no era digna de una agresión, sin embargo al poco rato, todo el salón le decía el apodo que desató su ira...
Era tal vez, una especie de Bullying, que nosotros no nos proponíamos hacer.
Además, toda la vida nos reíamos poniéndoles apodos a nuestros profesores y remedándolos. Eso no va a cambiar nunca...
Sería un bullying contra los profesores...
Lo ideal sería que todos se llevaran bien, tanto entre alumnos, como entre profesores y alumnos, sin embargo, los niños o jóvenes van al colegio porque sus padres no sólo quieren que se instruyan, sino también para descansar un poco de ellos...
Regresando al niño que me hizo la pregunta, yo le seguí diciendo: Piensa siempre que el apodo no te va a durar toda la vida, si hoy te angustia, cuando pase el tiempo perderá su connotación, ya no servirá cuando seas grande, tal vez tu primo o quienes te hacen sentir mal, ya no vivan contigo o se hayan muerto. La gente que hoy te molesta, con el tiempo sale de tu vida y ya no los vuelves a ver más...Y por lo tanto, lo que te perturba ahora o te perturbaba antes, ya no tenga sentido. El niño se alivió mucho y hoy es un joven bastante alegre, saludable y profesional, mientras que el primo se quedó como un simple obrero y hoy anda deprimido.
Los niños se ven influenciados por conductas perniciosas aprendidas en la televisión.
Todos recordamos a un querido animador de televisión al que su público, de los más bajos estratos sociales le pedían con fervor: ¡Chapa! ¡Chapa! ¡Chapa! Para que le ponga algún apodo a algunos de sus invitados, quienes concurrían a ese programa para recibir un regalo que consistía en una canasta de víveres, un colchón o una cocina.
Y también las series de televisión importadas de los Estados Unidos, en donde a un niño le daba vergüenza que su mamá lo acompañara al colegio. Ese capítulo de la serie: "Los años maravillosos" lo pasaron no sé si 20 ó 200 veces. Los niños entonces aprendían que es vergonzoso ir a la escuela llevado por sus padres, cuando en la época de los 50 en la que no había televisión, los niños iban con ellos, hasta la puerta del colegio y no pasaba nada.
Al contrario, los niños se sentían orgullosos de sus progenitores, caso que hoy no sucede, gracias al capítulo anotado...
Cuando se ve en Tv. a Bugss Bunny haciendo pasar malos ratos a Elmer Gruñón, auto disparándose un tiro con su carabina o al Coyote resistiendo toda clase de explosiones que él mismo provoca en su feroz persecución del "Correcaminos". O ver como un loco adquiere un arma y empieza a masacrar a todos los que caminan en una calle. Y sin ir muy lejos, hay un juego de nintendo, donde un tipo (el que manejan los niños) roba carros, asalta tiendas y se pelea con todo el mundo, tratando de llegar a un lugar al cual nunca suelen llegar quienes juegan. Entonces sí nos respondemos en donde está el origen de la infelicidad de los niños y jóvenes. Podríamos afirmar sin lugar a dudas, que en los malos programas de cine o televisión, o mejor en los programas de la televisión, no supervisados por ninguna entidad del Estado, que sin ser de censura, pueda recomendar o seleccionar la visualización o no de los contenidos de las producciones televisivas. Aquí saltarían quienes dicen que no se debe censurar nada. Que debe existir libertad absoluta de prensa. Pues a mí me parece que debe existir un control y que el Estado no se debe eximir de ejercerlo a través de las entidades encargadas. El Ministerio de Educación o alguna otra, que proteja a la sociedad de los contenidos perniciosos para la salud mental de la población.
No es posible que gente extraña invada tu intimidad sin que nadie supervise los contenidos que influencian negativamente en la niñez y juventud que es el futuro del país.
EMILIO ULISES ROBLES HORA
Publicado por primera vez el día
8 de marzo del 2,008.
Revisado y reestructurado el
20 de setiembre del 2,011.
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