jueves, 5 de julio de 2012

EL BULLYING Y LOS APODOS.

Hemos leído recientemente acerca del suicidio de algunos niños que habían sufrido el "bullying", entendido como acoso mental y/o físico de unos individuos, hacia otros, por lo general alumnos de los colegios particulares o nacionales, en especial de estos últimos...

También leímos que en Estados Unidos un ex-estudiante de una Universidad, se alocó y empezó a matar a sus ex-compañeros de estudios, porque según él, le habían hecho "Bullying"...

O sea que se da en los niveles primarios, como en los secundarios y hasta en los universitarios...

El "bullying" que empieza como un "cochineo" o "vacilón" una forma atenuada de burlas que los compañeros suelen hacer de algunos compañeros, cuando no es controlado, suele salirse de la simplicidad de una aparente diversión y convertirse en un suplicio para quien lo sufre...

Yo recuerdo haber recibido la pregunta angustiante de un niño del cual se burlaban poniéndole apodos...

Ya he escrito sobre ello en este blog...

 Él me decía ansioso:
- Señor ¿Y las chapas (apodos)?... ¿Qué se puede hacer contra las chapas (apodos)?

- Y yo le respondí en aquella oportunidad...

- Lo mejor es no hacerles caso. Reírse o devolverlas o hasta anticiparse poniéndole una chapa     (apodo) a aquél que nos quiere hacer sentir mal...

  Tal vez no fuera la mejor receta. También le dije que se pusiera a pensar que el grupo que hoy lo molesta, con el tiempo, no existirá más y lo que le decían hoy, no será necesariamente lo que le molestará después...

   Lo cierto es que el niño se alivió y hoy es un profesional feliz, está casado y tiene dos hijos...

  ¡Qué bien! ¿Pero cómo fue con nosotros?... ¿Cómo nos enteramos de los apodos?... En qué momento los conocimos...

   Las chapas o apodos (alias) o como quiera llamárseles han existido siempre...

   Mi padre a veces por divertirse le llamaba a alguno de sus alumnos: "Burro Con Sueño" y sus alumnos, cuando él mostraba algún tipo de preferencia por alguno de ellos, le decían al elegido:
"Camote"...

 Ya he relatado el ingenio de los miembros de mi Promoción para poner apodos:

  A un Profesor le decían: "Teta", no sé  cual era la razón,  tal vez,  porque era gordo y tenía pectorales grandes...

  A otro que era cojo, le decían: "Llanta Baja", "Pata con hipo", etc.

  Pero el que me daba más risa fue el que le pusieron a un amigo que en paz descanse.
  Un gordito simpaticón que estudió con nosotros desde los primeros años de primaria. Cuando pasamos a secundaria, este gordito creció más que todos, medía como un metro con noventa centímetros y su gordura se transformó en cuerpo de un físico culturista; entonces el ingenio vino de inmediato, le pusieron por sobrenombre: "Bebito Patito", que era un dibujo animado de un pato parecido al Pato Donald, sólo que más gordo y descomunal... Y también le decían: "Pichón de Gorila"...

 Claro que nosotros, nos desternillábamos de la risa con esos apodos, y el aludido ni se molestó, sino que siguió siendo nuestro amigo, hasta su lamentable desaparición hace ya muchos años...

  Vemos que los apodos, a algunos les divierten y a otros los angustian, entonces:

 ¿Cuál debe ser el preventivo de los psicólogos para evitar los estragos de los apodos? -antes no teníamos a estos profesionales ni en los colegios ni en las empresas-  y más bien recuerdo una anécdota:

Cuando trabajé en una compañía aérea, el psicólogo  de la empresa, se quejó ante la dirigencia sindical, para que interviniésemos a fin de que la gente ya no le siguiera llamando "locopoggi" ¡Imagínense, si el psicólogo no aguantaba su apodo, cómo podía él aconsejar a algún paciente!...

Me parece que se debe empezar por casa.

Los padres no deben manejarse con los apodos en la casa.

Segundo, los medios de difusión, llámense diarios, como radio y televisión, deben evitar fomentar un tipo de conducta agresiva como aquella que difundía en un programa concurso, un ex-animador ya fallecido.  En su Programa, él hacía que le pidieran: "Chapa, chapa, chapa".

Y entonces él le ponía un apodo a su invitado...

Después varió un poco su forma de actuar. Les ponía apodos con explicación:

¿Saben por qué  a tal individuo, le dicen: "Parroquia abandonada":

¿Por qué?

  Porque no tiene cura...

  Y él, como el humorista "Sofocleto", quien le puso los más célebres apodos a los políticos de antes y que aún viven, como: "Tucán" por su gran nariz, o "Lechuzón" por su cara parecida a una lechuza...

  Fueron los principales difusores de los apodos...

  Sin embargo, muchos niños sufren o han sufrido por la diversión de otros... Que muchas veces no reparan o no nos hemos dado cuenta, que con nuestra risa causábamos sufrimiento a nuestros amigos...

  Además se debe insistir en la camaradería y en la solidaridad, valores que ahora se han perdido porque se fomenta el individualismo y el egoísmo.

  Deben restablecerse los cursos de Educación Cívica, Educación Física e Instrucción Pre-Militar...

  Todo no debe ser la teoría de los conjuntos o elementos que no les sirvan a los individuos en la vida, ni para ganarse el pan, ni para llevarse bien con los demás...

  De qué le sirve a un guachimán, tener conocimientos sobre matemáticas o humanidades, si lo único que tiene hacer es cuidar  a que no lo asalten ni a él, ni a la empresa que cuidan...

  Pero cuando quiso el General Juan Velasco Alvarado, poner la educación al servicio del ciudadano y hacer una reforma educativa dándole al alumno alguna profesión de mando medio...

  Las madres de familia lloraron porque sus hijitos no iban a ser abogados o médicos o profesores y después cuando vieron a los médicos y profesores haciendo huelga para percibir mejores sueldos, tal vez, se hayan acordado de su tonto bloqueo a tan buena iniciativa, si después de todo, algunos de sus hijitos, terminaron siendo guachimanes o cocineros...

 Que pueden ganar muy buena plata, pero que no es lo que soñaron para los mismos...

Si debe haber "la gran transformación", ésta, también debe ser en el campo educativo, preparando al individuo para que pueda valerse por sus propios medios o ser útil en un país que progresa y no ser una víctima más del avance de los tiempos, además de fomentar la camaradería y la solidaridad ...

San Borja, 5 de julio del 2012.

EMILIO ULISES ROBLES HORA.

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