sábado, 21 de julio de 2012

MUSEO METROPOLITANO DE LIMA.




 Utilizando la más moderna tecnología en medios audiovisuales, el Museo Metropolitano de Lima,   ubicado entre las Avenidas 28 de Julio y Wilson, nos presenta una visión somera de la historia de Lima y del Perú en un recorrido que dura aproximadamente dos horas..
 El Museo Metropolitano de Lima, fue una creación del  exAlcalde Luis Castañeda Lossio, reinaugurado por la Alcaldesa de Lima, Susana Villarán de la Puente.
 Se inicia en una sala amplia en donde la gente se puede echar en el suelo para contemplar la pantalla del techo, en la cual se proyecta la imagen del tenor Juan Diego Florez, interpretando el vals de Chabuca Granda, “Lima de veras”, en un video-clip con las coreografías especialmente seleccionadas para dar mayor realce a la interpretación.
  A continuación, se pasa a otra sala. En ella podemos ver una maqueta móvil de la Plaza de Armas o Plaza Mayor de Lima, que se va transformando desde su origen incaico en el que aparece como una huaca*, hasta quedar convertida en una Plaza hispana, para ir modernizándose y llegar al año actual, mientras el narrador va explicando como fue cambiando el perfil urbano de Lima.
  De ahí se va por unos túneles, casi como grutas, en donde aparecen pequeñas pantallas en las cuales se proyectan imágenes de hombres de las cavernas, que supuestamente fueron los primeros habitantes del Perú.
  Mientras vamos subiendo escaleras a través de las diversas instalaciones del Museo, que albergó, primero al Ministerio de Fomento y luego al de Transportes   y  Comunicaciones, en donde se tramitaban los brevetes, llegamos a una sala en la que podemos espectar en 3era. Dimensión (para lo cual se reciben los lentes respectivos) el enfrentamiento entre dos tribus pre-Incas.  Es tan impresionante que pareciera que las lanzas o las hachas, nos fueran a caer a nosotros mismos. En esta exhibición, se presenta el suplicio de una joven, la que está a punto de ser sacrificada, cuando empieza la guerra. Las escenas sangrientas se suceden unas a otras, por eso, previamente, la guía nos pregunta si podemos resistir escenas violentas o mejor podríamos abandonar la sala.
  En otra pantalla, angular se ve la invasión del conquistador español y cómo profana el tótem de Pachacámac, dios tutelar de esa zona de Lima y que era respetado por todo el Imperio Incaico; sin embargo, el conquistador, no duda en sacar de su sitio, la madera tallada que adoraban los antiguos habitantes de Lima y del Imperio Incaico. Se sabe por la historia que el madero fue quemado por los españoles. Y fue motivo del odio y desprecio de los habitantes del lugar, quienes tomaron una feroz venganza, precisamente con los profanadores del Dios Pachacámac.
   Siguiendo el recorrido, se puede apreciar en pequeñas pantallas alrededor de un ambiente decorado con motivos virreynales (celosías, rejas, y faroles de alumbrado característicos) la vida de la Corte Virreynal. Los artistas representan al Virrey Amat y a la Perricholi.
  En otro auditorio, se ven: la actuación de la artista que representa a Santa Rosa de Lima e imágenes de la Santa limeña y de San Martín de Porras, así como se habla de los otros santos que habitaron Lima, como San Juan Masías y Santo Toribio de Mogrovejo. Lima fue una de las ciudades con más santos que ninguna otra de hispanoamérica.
   En otra sala, se muestran en diapositivas móviles, representaciones de los dibujos o acuarelas de Pancho Fierro, mientras el relator va explicando cómo ese mulato limeño pintó escenas costumbristas que han servido para conocer algo, acerca de la vida y las costumbres en aquella etapa de la Colonia.
   La más impresionante de todas las exhibiciones, se lleva a cabo cuando, luego de entrar a una sala en la que nuevamente se reciben anteojos de tercera dimensión, se puede apreciar a la corte del Virrey José Antonio  Manso de Velasco, quien se encontraba en el Palacio Limeño, gozando de un espectáculo, mientras que en otras partes de Lima se llevaban a cabo: un entierro de un fraile franciscano y en una taberna limeña, ocurría  una pelea, entre gente de menor jerarquía. Todos ellos, fueron sorprendidos por el terremoto y posterior tsunami del  28 de octubre de  1,746, en el que murieron miles de limeños y chalacos. El terremoto es apreciado, no sólo en tercera dimensión, sino con el sonido y el movimiento: “Sensurround” en donde los asientos de los visitantes se mueven como si fuera efectivamente, que está ocurriendo un terremoto.
   A raíz de la actuación eficaz del Virrey José Antonio Manso de Velasco, fue ascendido a una categoría mayor y recibió el título de Conde de Superunda, (sobre las olas), que el mismo eligió.
   En otra escenificación, vemos una reunión en la cual, en un artificio de tecnología, podemos apreciar  a unos maniquíes en tamaño natural,  que representan a unos patriotas que hablan y mueven los labios al mismo tiempo que salen las palabras de los parlantes. Ellos están discutiendo planes para la Independencia. Son hechos de una fibra especial, tal cual se presenta la corte del Señor de Sipán en el Museo de las Tumbas Reales de Sipán, cerca a Chiclayo.
   Luego se ve la representación de José Olaya y su sacrificio en el Callejón de Petateros.
   También se escenifica, la Proclama de la Independencia por don José de San Martín en una actuación muy bien lograda por actores de Iguana Producciones, que fue la encargada de recrear la Historia del Perú. Me consta porque participé en dos grabaciones, que fue don Lucho Llosa con un grupo de cineastas y técnicos norteamericanos, quienes hicieron posible este alarde de tecnología, con pantallas circulares, angulares, sensurround, tercera dimensión, holografías,
70 mm.  etc.
   Lo más logrado de toda esta tecnología es la presentación de un individuo que dice salir de un libro de José María Arguedas y que en realidad es una holografía, una imagen lograda con rayos laser que tiene profundidad y da la sensación de presencialidad.
   Haciendo un alarde de esta tecnología, entre una sala y otra se presentan diversas imágenes holográficas, de huacos y personas en pequeñas dimensiones.
   Los personajes van cambiando de una presentación a la otra. Esta vez, fue un personaje de una obra de José María Arguedas, en otra oportunidad, fue la esposa de José Carlos Mariátegui y ambos,  interactuaron con la gente, pidieron que les hicieran preguntas y las respondieron, como si estuvieran realmente presentes.  Las imágenes holográficas son una maravilla tecnológica.
   Entre las salas de exhibición, se ve una tienda de campaña, donde aparece la silueta de Bolívar y mientras se relata el final de la guerra de la Independencia y la emancipación definitiva del Perú, pasamos a la etapa republicana en donde nos muestran los progresos alcanzados por los gobiernos de Leguía y Odría, que hermosearon Lima, con sus modernos edificios y conjuntos habitacionales, así como escuelas hospitales y paseos.
   Aparte de una breve referencia a la guerra con España y el Combate del Dos de Mayo y a la Guerra con Chile, no se profundiza mucho en la etapa republicana. 
   Se menciona, la aparición del Cine y la inauguración del Cine Metro, donde se presentó la película: “Melodía de Broadway”. Se muestra escenas de una de las primeras películas peruanas  del cine mudo, que trata  acerca del bandolero Juan Pardo.
   Después, la aparición de la radio y su escenificación para darnos cuenta como fueron los primeros radioteatros y su interrupción para dar la última noticia sobre un golpe de estado.
   La aparición de la televisión en blanco y negro, hasta llegar a la televisión a colores. Pasan escenas de los programas antiguos, con Pablo de Madalengoitia, Kiko Ledgard, Augusto Ferrando, para terminar con los programas modernos.
   Asimismo, se ven fotografías de los inmigrantes extranjeros, como: los chinos, los japoneses, los italianos e ingleses, etc.
  La irrupción masiva de la gente de provincias en Lima y la creación de los distritos populares.
  Como fin de fiesta llegamos a una pantalla de 70 mm. En ella se escenifica una boda a la que   llega el novio, en parapente. La sala está acondicionada con un simulador, de tal manera que se mueve al ritmo del vuelo del artefacto volador. Y luego la música criolla para despedirnos del viaje a través del tiempo que significó una visita al Museo Metropolitano de Lima.


San Borja, 20 de julio del 2012.

EMILIO ULISES ROBLES HORA

                
*Huaca.- Adoratorio o Templo Pre-Inca e Incaico.         
 

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