La "maderita" y la pelota.
Cuando estudiábamos en el Colegio, los sacerdotes solían repartir unas pelotas de color negro entre todos los salones. Usualmente se la daban al líder del grupo. Según un compañero de aquella época, todos corríamos a fin de alcanzar una de ellas. Yo no me acuerdo haberlo hecho. Lo cierto es que yo había venido de una provincia costeña del norte del país, y me aparecía recién en el Colegio en 4to. de Primaria. Por lo tanto era un desterrado...
Creo que ellos, los más antiguos, ya habían hecho su división entre "lornas" (o sea tontos) y "moscas" ( o sea vivos). Sólo que yo, como algunos cuantos, entre ellos, un Croata, que según decía: era un apátrida es decir, no tenía patria, porque en ese entonces no existía Croacia, sinoYugoslavia. (O sea, otro desterrado), no teníamos ningún lugar en ese reparto...
Por lo tanto, los dueños de la pelota jugaban con quienes querían, con los "vivos" (en su equipo) y algunos "lornas" (en el equipo contrario, para tener a quien ganarle)... Algo similar a lo que ocurre en los países...
Bien, lo cierto es que "los desterrados" si no hacíamos algo, nos quedaríamos sin jugar... El amigo croata, gran organizador, por algo era europeo, fue de la idea de que jugáramos con un taco de madera pequeño, de esos que sobraban en la carpintería... Fuimos a ese lugar y conseguimos nuestra "pelota" que era un cuadrado pequeño de madera...
Y entonces nos dábamos la gran vida, los "desterrados" los "lornas" y también los "estudiosos" quienes tampoco eran tomados en cuenta. En esos partidos entraba toda la gente que no tenía cabida con "los dueños de la pelota"...
Y nos divertíamos en grande. Según un amigo que hace poco me escribió, llegábamos hasta a darle efecto a "la maderita" y éramos "todistas", o sea que éramos delanteros, mediocampistas, defensores y hasta arqueros al mismo tiempo...
Un día "los dueños..." me invitaron a jugar en su grupo, porque ya no soportaban que yo me divirtiera tanto y ellos no.
Lo cierto es que me mandaron atrás, o sea a la defensa y no me pasaron la pelota negra, ni una sola vez.
Al día siguiente estaba jugando con la maderita y mis amigos: desterrados, estudiosos y lornas...
Eso fue en el Colegio, pero después cuando entré a un Partido Político, me di cuenta que el mismo esquema se repetía... Existían los "dueños de la pelota", que eran los allegados al Jefe y los más ayayeros de él. Los desterrados, aquellos que trabajaban para el Partido y no lograban nada y se contentaban con el saludo del Jefe, un apretón de manos o una sonrisa...
Y los lornas, a los cuales hacían trabajar como burros y no les daban nada, ni el apretón de manos, ni la sonrisa...
Los dueños de la pelota, cuando triunfaba el Partido Político, se agarraban los mejores cargos, así fueran unas bestias al cubo. Muchas veces hemos visto como individuos con una mentalidad de borricos han dirigido los destinos del país, gracias a ser envarados con el Jefe del Partido o su mujer...
Los desterrados, muchas veces conseguían alguna que otra colocación de mando medio o sin ningún mando...
Y los lornas, no conseguían nada...
A los estudiosos, les daban uno que otro cargo, pero no de los más importantes...
Luego cuando empecé a trabajar, descubrí que ese esquema se repetía... Los "izquierdistas", eran ahora los dueños de la pelota, no sólo en la Universidad, sino en las empresas en las que había Sindicatos. Sólo que alguna vez, se tomaba en cuenta a los estudiosos. Y los lornas y desterrados, eran el bajo pueblo al cual no se tomaba en cuenta para nada...
Con el tiempo me encontré con los dueños de la pelota...
Ahora eran ricos, tenían profesión, casa, mujer o mujeres y algunos de ellos trataban de hacer sentir mal a los lornas y a los desterrados...
Sólo que esta vez, los estudiosos habían conseguido su objetivo: eran los nuevos dueños de la pelota...
Algunos "dueños..." trataron de ofender o minimizar a sus ex-compañeros, lo que dio ocasión al retiro digno de los ofendidos. Uno de ellos llegó a decirles: Yo nunca me he reunido con Uds. y no pienso hacerlo nunca...
Otro, cuando le sacaron en cara que los "dueños..." eran poderosos y que los demás manifestaran su pobreza, se retiraron y nunca más fueron a las reuniones, a pesar que de jóvenes jugaban con la pelota negra...
Y los "desterrados", algunos de ellos bien posesionados por haber sido reconocidas algunas de sus habilidades, y otros no, pero con un sentido excelente del humor, siguieron frecuentando las reuniones, que cada vez se hicieron más soporíferas, y alcoholizadas, hasta que seguramente algún día dejarían de ir, mientras los "dueños de la pelota" seguirían sintiéndose como siempre los propietarios de todo.
San Borja, 4 de julio del 2012.
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